“El Duranguesado es objeto de una gran indefinición como espacio histórico”

El historiador, investigador y miembro de Gerediaga Jon Irazabal ha presentado esta semana su última obra ‘Duranguesado, breve historia’, un resumen de lo que se conoce del devenir de la comarca.

Según explica, el objetivo ha sido agrupar los trabajos dispersos sobre este tema, despojándolos de academicismos y tecnicismos para presentarlos de una manera amena y asequible a cualquier persona joven o adulta. No en vano, está pensada también como manual escolar.

-¿Qué se cuenta en el libro?
-Es un libro divulgativo. Da cuenta de importantes hechos históricos, muchos de los cuales han tenido consecuencias hasta la actualidad. Está lleno de ilustraciones: fotos de piezas prehistóricas, grabados antiguos y fotos antiguas de elementos de cada capítulo… He querido romper con ese concepto de que la historia es aburrida, haciéndola amena y divertida. Y no aporta grandes novedades, ya que resume el trabajo de distintos arqueólogos o medievalistas. Estos últimos han permitido contar con datos de los que hace 30 años no se sabía nada.

-¿Cómo ha evolucionado la configuración de la comarca con el tiempo?
-La merindad estuvo muy definida hace siglos. Ahora, en cambio, hay una gran indefinición porque cada técnico de turno del Gobierno vasco o de la Diputación configura un territorio diferente. Se usa el término Duranguesado para Amorebieta o incluso Basauri, Arratia y, sin embargo, muchas veces se excluye a Otxandio o Mallabia. Incluso se ve este caos en manifestaciones culturales o históricas. Debería haber una mayor definición de los espacios históricos de Bizkaia. Otra cosa es que luego Ermua se asocie con Eibar en el tratamiento de las basuras. Nosotros siempre hemos trabajado en torno la idea que ha funcionado durante siglos.

-¿Qué particularidad tiene el Duranguesado respecto a otras comarcas? Se destaca que su incorporación al Señorío fue conflictiva.
-Bueno, más problemas hubo con Las Encartaciones, que se incorporaron en el siglo XIX. La particularidad que tiene la comarca es que cuando en 1212 es donada al señor de Bizkaia era una especie de señorío personal. Su nuevo propietario la podía enajenar. En un momento determinado la podía haber vendido al rey de Navarra o a otro. O intercambiarlo por otros terrenos. En 1628 la merindad se incorpora a Bizkaia como espacio definido. Pero las 12 anteiglesias del territorio sólo tenían entre todas 2 votos en las Juntas Generales, mientras que las del resto de Bizkaia tenían uno cada una. Esto obligó a mantener las estructuras políticas de antaño, las competencias y la Junta de Merindad. Allí los 12 pueblos se tenían que poner de acuerdo para decidir qué votaban en Gernika.

-¿Esta situación fue debida a intereses políticos?
-En el siglo XVII los oñacinos y gamboínos eran como los dos partidos políticos de Bizkaia. Se concedió un voto a cada uno de los bandos y eso preparó el cocidito para su integración definitiva a Bizkaia. En 1740 se pasó a 4 votos y en 1802 a 8 votos. Así quedó para siempre. En 1628 ocurrió un hecho curioso. Antes de la integración como Duranguesado, Elorrio tenía dos votos, uno el de la villa, copada por ‘jauntxos’, porque las villas tenían cada una un voto, y otro de la anteiglesia de San Agustín de Etxebarria. Cuando dan el voto compartido, Elorrio pierde un voto y solicita la anexión de San Agustín. El señor de Bizkaia lo acepta pero les hace pagar una suma astronómica de dinero. Estaba metido en guerras y se había arruinado. El cabreo de Elorrio fue monumental y duró más de tres siglos hasta que en los setenta del siglo XX se constituyó la Mancomunidad.

Paños de Durango

-Aparte de esta integración conflictiva, la wikipedia destaca como hecho relevante los brotes brujeriles. ¿Qué resaltarías tú?
-Los brotes brujeriles han recibido mucho tratamiento. La actividad de la Inquisición tuvo mucha repercusión social y toda esa historia se ha mitificado. Se han hecho discursos de corte político y social sobre la brujería pero en realidad nadie sabe en qué creían ni qué practicaban los herejes. Sobre este asunto sólo existe una declaración policial. Hay muy poca documentación. En el Vaticano se puede encontrar algo sobre Alonso de Mella pero falta el Gran Expediente, que aclararía muchas cosas. Otras investigaciones sobre la Edad Media están revelando, en cambio, temas muy interesantes.

-¿Por ejemplo?
-Que el medievo no fue una época oscura sino de gran flujo de ideas y relaciones. La importancia del Duranguesado y de Bizkaia en el medievo es bastante desconocida, pero se sabe que hubo aquí un importantísimo gremio de pañeros. Fabricaban los paños bastos ‘duranguier’ de Durango que llegaron hasta Bayona. En el siglo XVII hubo importantes manifestaciones culturales, sociales y económicas. Se construyó el altar de Uribarri. Las estelas que se reconstruyeron en Momoitio muestran que sus dibujos están relacionados con el románico y el prerrománico asturiano.

-También guardamos una rica tradición mitológica. ¿Aporta algo al conocimiento de la historia?
-Hay un capítulo dedicado a Mari, pero más que un tema histórico es un tema antropológico: el vínculo con la madre-naturaleza, con la tierra… Ligada a ella está una figura que tampoco se sabe si es real o mitológica, Mari Urrike de Muntsaratz, de quien se ha dicho que era Mari de Anboto. En ella el mito y la historia tienen nexos de unión. Las durangas de Enbote aparecen relacionadas con uno de los brotes brujeriles del Duranguesado y parece que eran curanderas. Cantidad de veces los mitos tiene una base histórica transformada por la tradición oral, por el boca a boca y el paso de los siglos.

De cañerías sucias, cerdos y huesos de muerto

-¿En qué tema histórico sería interesante profundizar?
-Es difícil de decir… quizás el mundo social de los siglos XV-XVI. El de los últimos brotes de creencias precristianas o no cristianas. Hay una importante transformación de la visión del mundo en esa época. Un cambio enorme de mentalidad. Se conoce que la tierra no es plana sino redonda. Hay gente corriente que marcha a América. El segundón tiene otra salida diferente a la de ser criado de su hermano mayor o cura. En el siglo XVI se les ordena a las mujeres llevar tocado pasados diez días como máximo desde que pierden la virginidad. Eso quiere decir que han perdido la costumbre de llevarlo. Se han rebelado. Me parece que es una revolución tan importante como cuando en el siglo XX cambian la falda por el pantalón. Las guerras banderizas han terminado, los sistemas de producción basados en las ferrerías se establecen fuertemente en esa época y perduran hasta el surgimiento de los Altos Hornos y la Revolución Industrial en el siglo XIX. Es un período muy dado a novelas y a veces con un tratamiento histórico bastante a la ligera.

-¿A qué se debe esto?
-Hay poca documentación y a veces hay que recurrir a comparaciones con otros pueblos y basarte en el entorno es entrar en el mundo especulativo.

-¿Qué datos tenemos de la comarca en esa época?
-Hay cosas curiosas. Se enzarzaban en discusiones a las primeras de cambio. No era el mundo bucólico que vendían los románticos. Era una época bastante cutre para vivir. El Ayuntamiento de Durango dice muchas veces que hay que librar el caño de Artekale porque las aguas fecales no dejaban pasar a la gente por la calle, manda que los cerdos no anden sueltos, en Santa Ana deciden poner losas en el suelo, algunos siglos más tarde, porque los cerdos están sacando con el morro los huesos de los muertos. De cuando se tomaba un acuerdo a cuando se cumplía pasaba mucho tiempo. Como dato, en el siglo XVI, la noticia de la Batalla de Lepanto tardó un año en llegar según recogen las actas… Bastante tenían con sobrevivir e irse a la cama con la tripa llena.

La Guerra, todavía no superada

-También has estudiado el bombardeo y la Guerra Civil. ¿Qué sensación te ha quedado de ese período?
-Que es una época todavía sin superar y que las repercusiones llegan hasta hoy día. Tanto el bombardeo como la posguerra fueron etapas muy duras. Hubo mucha represión, tanto en la guerra como después, denuncias por las que la gente es encarcelada. Además, fue un enfrentamiento entre vecinos. Fue un momento de locura, en el que se hicieron grandes excesos. Y hubo tiempo porque duró mucho. Una generación perdió la oportunidad en la transición de superar el resentimiento. También ha habido mucho silencio. Los padres callaron pero los nietos quieren saber qué ocurrió. Y cada vez quedan menos testigos de aquella locura. Y se necesita saber para que no se vuelvan a combinar los ingredientes de aquel potaje. Los que perdieron a sus familiares de un bando y otro sufrieron, pero la gran tragedia es la de los desaparecidos. Conozco a una mujer que no quiere morir sin saber qué le ocurrió a su padre. Esa es para mí la gran tragedia de la guerra.

-¿Cuál es el mejor momento de la historia?
-La actual en cuanto a nivel y calidad de vida. A veces se han mitificado episodios de la historia, pero en la Edad Media vivieron bien 4, y en el Renacimiento 6. Tengamos crisis o no, ya saldremos por algún lado a nivel de tecnología y de todos los ámbitos.