Unas vacaciones que contribuyen a visibilizar un conflicto “estancado”

La recepción a los niños y niñas saharauis que pasan sus vacaciones en la comarca suele ser uno de los actos habituales del verano durangarra. La teniente de alcalde Jesica Ruiz y la recientemente elegida parlamentaria Josune Escota, acompañadas por ediles de PNV, EH Bildu y Herriaren Eskubidea, les han dado la bienvenida esta mañana y les han entregado regalos que los menores han recogido entre gestos de timidez y agradecimiento.

El acto suele servir para visibilizar un conflicto que “como sociedad no deberíamos permitir” y que afecta a “un pueblo vulnerable, que sufre y que no puede vivir en su territorio”, en palabras de Escota. Ruiz ha querido también reconocer la labor del voluntariado de las asociaciones Río de Oro y Hamadako Izarrak que hace posible estas vacaciones lejos del sofocante calor de los campos de refugiados de Tinduf. “Aunque la situación internacional no es la mejor ni la más justa, seguiréis siendo una de nuestras prioridades”, les ha garantizado la responsable del área de Acción Social.

En total, este verano han llegado 37 niños y niñas saharauis a Durangaldea. Once vivirán con familias de la comarca dentro del programa ‘Vacaciones en paz’ que gestiona desde hace unos años Río de Oro y que antes lo hizo Herria. En Elorrio, gracias a la asociación Lawjad, serán otros cuatro. Los 22 restantes se reparten entre el campamento que Río de Oro tiene en Izurtza para menores con diversidad funcional y los doce que se alojarán en Zaldibar junto a Hamadako Izarrak.

De hecho, a estos últimos se les ofrecerá mañana un recibimiento en Olazar, a las 18:00 horas, tal y como ha explicado Garazi Etxebarria, una de las responsables de la asociación.

Revisiones médicas

Tras la recepción en el salón de plenos, ha habido un ‘hamabitako’ en los soportales del Ayuntamiento. Allí, el coordinador de Río de Oro, Mikel del Arco, y la profesora saharaui Wahba Andala, que ha viajado con los menores como monitora de apoyo y a la que en unos días se sumará su compañera Mariam Mohamed Deidi, han explicado que todos están encantados. “Aquí comen muy bien, duermen muy bien. Les gusta mucho”.

En los próximos días, tienen las citas más importantes de todo el viaje ya que suelen aprovechar su estancia en Euskal Herria para realizarse revisiones médicas. Y el resto de las vacaciones, que concluirán a finales de agosto, las dedicarán a disfrutar con salidas al Aquarium, al Museo de Ciencias Naturales, a una granja-escuela, a hacer surf y “a montar en bici, que es algo que les encanta”.

En cuanto a la situación del pueblo saharaui, tanto Del Arco como Andala han lamentado que es “un conflicto que está estancado desde hace años” y al que “no se le da la respuesta política que necesita”, ha añadido el durangarra.