Retratos de una Pasión

Poco queda por contar de la Pasión de Durango, un espectáculo que este año celebra su vigésimo primera edición y sobre el que se han escrito ya incontables líneas. De ahí que esta vez vayamos a analizar la obra como si de un pequeño álbum de fotografías se tratara. Retratos que transmiten una parte de su personalidad y de su esencia.

Pie de foto: Egoitz Iraurgi e Inés Asategi dan vida a Jesús y María.

MADRE E HIJO

Es el retrato por antonomasía. Por segunda ocasión en la Pasión de Durango, después de Aitor Casal y Mari Escobedo, madre e hijo asumen los papeles de Jesús y María. Ellos son Egoitz Iraurgi e Inés Asategi. 

Para Egoitz es el tercer año consecutivo como protagonista principal después de haber asumido un sinfín de personajes desde que era un niño. “¿Nervios? No, ya no. Esta vez lo tengo muy controlado y estoy tranquilo. Lo que me gustaría es aprovechar para matizar más el personaje”, subraya.

En el caso de Inés, que lleva dos años como María, el impacto de la obra es mayor. “Acepté el papel por Egoitz, porque le hacía mucha ilusión, pero me ha dado cuenta de que es bastante más complicado de lo que pensaba”. “De hecho -añade-, en mis escenas tengo que controlar bastante para que la emoción no me desborde”.

Los Iraurgi-Asategi son una de las muchas familias que han ido conformando el carácter de la Pasión de Durango a lo largo de los años. Participan en la obra sus cuatro integrantes: el padre, la madre y los dos hijos. La palma se la lleva Inés, que no ha fallado ninguna edición desde que el espectáculo fuera recuperado.

Los párrocos de Santa Ana y San Fausto, en el centro de la foto. Jose Bizkarra, a su izquierda, y Roberto Palacios, a su derecha.

NUEVAS INCORPORACIONES

Los párrocos de Santa Ana y San Fausto, Xabier Eskauriatza e Iñaki Loinaz, han sido dos de las últimas incorporaciones. “Desde fuera no se aprecia tanto todo el trabajo y el esfuerzo que hay”, reconocen. Lo que les ha llevado a aceptar el reto de formar parte de la familia de la Pasión de forma activa es comprobar la implicación de los durangueses y, sobre todo, “de la gente joven”.

Hace ya varios años que la dirección de la obra optó por un cambio de rumbo para que los jóvenes que participaban asiduamente, y que en muchos casos venían haciéndolo desde niños, asumieran los papeles principales. Así, Aitor Echarte y Aitor San Antón, por ejemplo, repiten como Pilato y Herodes.

Xabier Arana y Kalo Aranzabal serán Pedro y Judas, mientras que el párroco de Santa Ana debuta con texto como El Ciego.

Valentín Díaz de Cerio, Jesús Iriondo, Xabier Arana y Antón Trinidad.

LOS PILARES

Hay un grupo de personas detrás de la Pasión de Durango que son las encargadas de hacer que todo funcione. De tirar del carro, por decirlo de alguna manera. Son Xabier Anara, Josune Goienetxea, Iñigo Pastor, Yolanda Arruebarrena, Félix Ceide y Jesús Iriondo, como integrantes de la junta directiva de la asociación cultural Juan de Iciar, pero no son los únicos. También están, entre otros, Txema Asategi, que este año hace las veces de director; y tres veteranos como Juanjo Echarte, Antón Trinidad y Valentín Díaz de Cerio.

Díaz de Cerio es, curiosamente, el único de los que siguen en la obra que estuvo en las representaciones de los años 60. En el caso de Trinidad, “me llamaron cuando iban a recuperar la obra porque necesitaban a alguien que montara a caballo y aún sigo aquí”.

Presencia del lehendakari

Yolanda Arruebarrena reconoce que la labor que ellos realizan es importante “pero imprescindible, imprescindible, no hay nadie. De hecho, sin mucha gente del pueblo esta obra no saldría adelante”. También lo ve así Xabier Arana, que lleva tres años como presidente de Juan de Iciar. “La junta es la cabeza visible pero la asociación está abierta a todo el mundo”, enfatiza.

Aunque la Pasión de Durango lleva años consolidada, ayer recibió un espaldarazo importante con la presencia del lehendakari, Iñigo Urkullu, y su familia en la primera de las tres representaciones que se llevan a cabo en la plaza de Santa Ana. “Que haya venido es un plus, un reconocimiento a nuestra labor”, admitía Arana minutos antes de la función.

Asun Canales, Princess Okperan, Agurtzane Irigoras y Rosi López de Etxezarreta.

LAS MUJERES

Su labor es vital tras bambalinas pero, ante los focos, los papeles para mujeres son limitados. “Hay que tener en cuenta que en aquella época tampoco teníamos mucho protagonismo”, comentan Agurtzane Irigoras y Rosi López de Etxezarreta.

María, con una actuación breve pero intensa, es el personaje más lucido. Le siguen con unas líneas de texto Herodías y Salomé, y a continuación, personajes más residuales como Juana, Verónica o Claudia. “Nos consta que la junta directiva está abierta a nuestras propuestas, tanto para dirigir, como para lo que haga falta. Es más -destaca Irigoras-, otro reto que también tenemos pendiente y que en algún momento tendremos que abordar es el de poder hacer la representación en euskera”.

Junto a Irigoras y López de Etxezarreta, la nigeriana Princess Okperan atiende desde la plaza las últimas observaciones de los responsables de la obra. Participó el año pasado por primera vez junto a sus tres hijos y ha querido repetir. Ellos también son el futuro de la obra.

LA PASION DE DURANGO

Representaciones: Días 16, 17 y 18 de abril

Lugar: Plaza de Santa Ana

Hora: 21.00 horas

Entradas: Bar El Arco