

Las ‘milagrosas’ cualidades de los cordones de San Blas son ampliamente conocidas y apreciadas. Una popular tradición que se mantiene viva también entre las nuevas generaciones, como ha demostrado esta mañana el alumnado de San Antonio Ikastetxea al acudir a las residencias Joxe Miel Barandiaran y Astarloa para obsequiar a las personas mayores con unos cordeles de elaboración propia.
“La iniciativa surgió hace dos años a consecuencia de la pandemia”, explica Ione Pagonabarraga, responsable de Normalización Lingüística del centro educativo. “Como nuestros mayores no podían acudir a Abadiño a por los cordones de San Blas, se nos ocurrió hacerlos en el propio colegio y llevarlos a las residencias, así como a varios comercios asociados a Dendak Bai”.
Este año se ha repetido la experiencia y el alumnado de Secundaria de San Antonio ha elaborado unos 400 cordones a partir del material adquirido en la mercería Trapuzar de Durango. “Nos bendicen los rollos de hilo en la propia tienda y luego pasan a las manos de los estudiantes”, comenta.
Dos de ellos son Elaia Valera e Iker Huertas, de 1º de ESO, que se encargan de “cortar los trozos, girarlos y quemar las puntas. Los entregamos junto a un pergamino que incluye un mensaje sobre el deseo de mantener vivas las tradiciones y, en el reverso, una copla de Santa Ageda, al coincidir la fecha”, detallan.
“Se les cambia la cara”
Entre los colores más demandados están el lila, azul y rosa pálidos, “y los del Athletic, que también gustan mucho”, añade la responsable de la actividad. “La verdad es que se han hecho con mucho mimo”, destaca.
Tras entregar varias unidades ayer en los establecimientos durangarras, los cordones han vuelto a ser muy apreciados esta mañana por las personas mayores residentes en Joxe Miel Barandiaran y Astarloa. “Agradecen un montón el detalle, pero lo que más valoran es la visita y el contacto que pueden mantener con la juventud. Se ponen muy alegres, se les cambia la cara”, resalta Pagonabarraga.