La fina lluvia no ha impedido disfrutar de la última mañana festiva de la presente edición de las fiestas de Iurreta. La feria agrícola y artesana ha celebrado su décimo octava edición con el apoyo de un público atraído por el aroma de la ternera asada.
El día gris ha provocado una asistencia más modesta a primera hora. Pero una vez se ha esparcido el olor de la ‘txala’ por Andaparape, la cola para conseguir una ración se ha alargado considerablemente. Mientras, en la plaza, las danzas y el deporte rural, han entretenido a los asistentes.
A falta de las últimas actividades de estos ‘sanmigueles’, el alcalde de Iurreta, Iñaki Totorikaguena, ha querido destacar la alta participación y la ausencia de incidentes. “El programa de este año era especialmente atractivo y la gente lo ha confirmado con su asistencia”, ha resaltado. “El ambiente ha sido muy bueno y, por suerte, no hay que reseñar nada negativo”.