
Naroa, una mallabitarra de 13 años con cáncer de hígado, ha logrado salvar su vida gracias al trasplante de medio órgano de otro menor fallecido, realizado en el hospital Vall d’Hebron de Barcelona. Una operación “poco frecuente y excepcional” realizada el mes pasado y que también ha permitido realizar un injerto hepático a otra niña de 8 meses.
Dos vidas salvadas por un único donante, tras una intervención que se hizo pública ayer en rueda de prensa por el jefe del Servicio de Cirugía Hepatobiliopancreática y Trasplantes del Vall d’Hebron, Ramón Charco. Según describió, la excepcionalidad de la operación reside en que han coincidido un hígado infantil divisible con dos receptores en lista de espera a quienes les encajara por tamaño y que estuviera a disposición todo el equipo quirúrgico.
Un hígado infantil, según señaló Charco, permite realizar hasta 3 trasplantes, aunque lo habitual es que use para un adulto y un menor, “y no para dos niños, ya que resulta anatómicamente complejo”.
De alta en una semana
Durante la intervención se extrajo el hígado enfermo de las dos pacientes mientras se dividía el hígado sano del donante en dos partes. El trozo mayor fue implantado a Naroa y el más pequeño a la niña de 8 meses.
Naroa sufría una enfermedad metabólica que le forzaba a mantener una dieta sin proteínas y y acabó desarrollando un cáncer de hígado. La mallabitarra recibió el alta hospitalaria siete días después del trasplante y ya puede comer carne y embutidos. Está totalmente curada tanto de la metabolopatía como del cáncer.
Me alegro mucho, felicidades a tod@s que han hecho posible este milagro.
ZORIONAK!!