Banner en desktop Banner en moviles
FP Zornotza
UNI Eibar Ermua
Iurreta LHI
Maristak Durango

Tiempo de vacaciones

Tiempo de vacaciones

Viajar, descansar, cooperar. Son verbos que se pueden conjugar en clave de vacaciones. ¿Opciones? Tantas como personas.

Con mochila y a patear
Itziar Urionaguena y María Jesús López

Son de las que podrían reproducir el globo terráqueo de memoria sin demasiados problemas. Y también de las de recordar cualquier nombre de pueblo o accidente geográfico por mucho que resulte impronunciable. “Es normal -coinciden ambas-, solemos repasar el mapa con frecuencia y los nombres se te van quedando”.

Itziar y María Jesús empezaron a disfrutar de las vacaciones juntas hace varias décadas. Para entonces, en plenos años 70, eran ya de las ‘privilegiadas’ que habían conocido París y Londres.

El ‘modus operandi’ es fijo. Alternan los viajes de cuatro o cinco semanas a los que suelen acudir acompañadas de una tercera amiga -y hasta hace unos años, de un matrimonio-, con otros más cortos en cuanto tienen unos días libres. Estos últimos, cada una por su cuenta. “Ahora suelen ser más cortos, pero más a menudo, porque tenemos que estar más pendientes de nuestras madres”, comenta Mariaje. “Yo calculo que solemos hacer unos seis al año”, añade Itziar.

En otro en el que también coinciden ambas es en el que suelen hacer, junto a otras siete duranguesas de su cuadrilla, en el puente del Primero de Mayo. “No siempre podemos acudir todas pero mantenemos la tradición”. Empezaron a autoregalárselo con 50 años y cuando se publique este artículo estarán disfrutando de un crucero por los fiordos noruegos.

A modo de resumen, y para situar el gusto de estas dos duranguesas por conocer otras culturas en un contexto real, se podría decir que se han echado a la espalda más de 65 países cada una. En Europa, apenas les quedan por conocer las repúblicas caucásicas, y sus incursiones por Asia y África han sido frecuentes. De América disfrutaron ‘pateando’ Estados Unidos y Perú. El otro continente, el de Australia y Nueva Zelanda, lo reservan para cuando llegue el momento de la jubilación.

El ritual

Pero lo que más llama la atención de Itziar y Mariaje es comprobar hasta qué punto disfrutan de sus viajes. Lo hacen cuando están de vacaciones, pero también en el pre (organizándolos) y en el post (clasificando las fotos en álbumes que con el paso del tiempo se han convertido en DVDs multimedia). Es el ritual de los buenos viajeros.

La preparación es exhaustiva porque, a pesar de que ambas han superado ya la barrera de los 60 años, su esquema de vacaciones no ha variado ni un ápice: billete de avión de ida y vuelta, mochila a la espalda, transporte público o coche de alquiler para moverse sobre el terreno y la guía Lonely Planet para el alojamiento.

Nada de agencias de viaje ni de circuitos en grupo. “Nos gusta planificar nuestros propios recorridos. Solemos optar por hoteles con pocas estrellas o pensiones para dormir. Eso sí, de vez en cuando nos damos algún capricho”, confiesan, sonrientes.

Si tuvieran que repetir a la fuerza uno de los que ya han hecho, Itziar se quedaría con el continente negro -”soy muy de África”- y la ruta de parques naturales que hicieron por el Oeste de Estados Unidos. Yellowstone, Yosemite, el Gran Cañón del Colorado… “En el Gran Cañón bajamos andando sin darnos cuenta de que había que pedir permisos. Un desnivel impresionante, se nos quedaron las rodillas que no veas”.

Mariaje se quedaría con Yemen -”es un país impresionante con desierto, mar, playas espectaculares…”, aunque también recuerdan con especial cariño Perú y Ruanda/Uganda. “Fuimos unos años después del genocidio y todavía se notaba. Estuvimos durante las elecciones y la gente se pensaba que éramos observadores internacionales”. China tampoco se les olvida. “¡Qué difícil era entenderles!” .

 

Desayunar mirando al mar
Juan Maiztegi y Susana Penalba

Viajar no es la única opción. Él conoció San José dos décadas atrás. “Empecé a venir con la tontería de que había un campeonato de perros, me gustó y aquí sigo”. En el momento de hacer esta entrevista, Juanillo y Susana estaban de vacaciones en Almería. Como llevan haciendo todas las segundas quincenas de junio desde hace unos cuantos años.

“Aquí estamos supertranquilos. No nos importa meternos mil kilómetros en coche porque sabemos que luego vamos a estar aquí de lo más relajados. Desayunar todos los días mirando al mar es un lujo”, destacan del apartamento -”siempre el mismo”- que alquilan cada verano.

De San José les gusta también que no es un turismo masificado. ‘Juanillo’ recuerda las noches de furgoneta durmiendo con amigos en la primera cala que encontraban. El ambiente no ha cambiado demasiado. “Esto es muy hippie. Hay mucho nudismo y la gente viene en otro plan. Nada que ver con Salou o Benidorm por mucho que vengas en agosto”, explica la pareja.

De hecho, mucha de la gente que vive allí son italianos, alemanes o ingleses que trasladaron su domicilio a este lugar de Andalucía.

“¿Qué es lo que más nos gusta?”. No necesitan pensárselo mucho. Alejarse por unos días de “las carreras y la monotonía” de Durango, Cabo de Gata -”que es un paraíso”- y las cañas con tapa que acostumbran a ponerles los lugareños cuando salen a potear.

 

En Izurtza por devoción
Maider Caballero

Tiene 24 años y es una de las coordinadoras del proyecto Río Oro. Es una iniciativa que impulsan junto a la asociación Herria de Durango y gracias a la cual un grupo de saharauis que sufren distintas discapacidades pueden disfrutar del verano en Euskadi.

Con estos prolegómenos no hay duda de que las vacaciones de esta iurretarra tienen una pronunciada vertiente solidaria. No es la única. Otros 50 voluntarios se turnan desde la pasada semana en el albergue de Cáritas en Izurtza para hacer posible que once niños, de entre 7 y 15 años, hayan podido abandonar los campamentos de refugiados saharauis hasta finales de agosto.
 
“Dos de los coordinadores conocieron la experiencia en Italia y se animaron a ponerla en marcha. Nos alegra mucho pensar que, si no fuera por este proyecto, ellos no saldrían nunca de allí”, subraya Maider. De hecho, en estos momentos es la única colonia de estas características que hay en todo el Estado.

En su caso, cuando le reclutaron ya era voluntaria en la asociación de familias con necesidades especiales Geu Be. “Estaba estudiando Educación Social y tenía ganas de ayudar”.
 
¿Y las vacaciones? “Está claro que cuando te comprometes con un proyecto así ya no puedes hacer muchos más planes ese verano”, responde. “Pero como somos cuatro coordinadores también es verdad que te vas turnando y puedes ir librando días”.

1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (Sin valoración)
Cargando...

durangon.com webguneak ez du uzten gorrotoa, mespretxua edo diskriminazioa sustatzen duten edukiak argitaratzen, jaiotza, arraza, sexu, erlijio, nazionalitate, iritzi edo bestelako inguruabar pertsonal edo sozialengatik.

Izen propioei erreferentzia egiten dieten eta ohorerako eta intimitaterako eskubidearen aurkako iruzkinak ezabatuko dira. Irain eta iruzkin guztiak ere zuzenean ezabatuko ditugu, baldin eta iraingarriak, kalumniatzaileak edo indarreko legeria hausten badute.

Gehiago irakurri


durangon.com no permite la publicación de contenidos que de forma manifiesta fomenten el odio, el desprecio o la discriminación por motivos de nacimiento, raza, sexo, religión, nacionalidad, opinión o cualquier otra circunstancia personal o social.

Se eliminarán todos los comentarios que hagan referencia a nombres propios y atenten contra el derecho al honor y a la intimidad. También borraremos directamente todos los insultos y los comentarios que puedan resultar injuriosos, calumniadores o que infrinjan la legislación vigente.

Leer más

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Artículos Relacionados