Stop desahucios

El sábado 16 de febrero, 50 ciudades del Estado vivieron su particular “manifa” o “manifas” un tanto dispersas contra la epidemia de desahucios que desde 2008, según las estadísticas, ha afectado a 171.110 familias, a las que se les ha aplicado una ley trasnochada y contraria a los usos de la Unión Europea, pero descaradamente provechosa para los bancos, que entre otros desastres ha dado lugar a una cadena de suicidios, también en nuestra Euskal Herria…

Gasteiz, Donosti y Bilbao se sumaron a esta cascada de protestas. En Bilbao, 40 personas abroncaron a KutxaBank en la Gran Vía, un grupo en el que estaba la UGT se concentró en el Sagrado Corazón, y el más numeroso bajo las siglas de PAH o Kaleratzerik Ez, se concentró en la Plaza del Arriaga para desfilar después por el Casco Viejo hasta la Catedral.

El movimiento ciudadano en contra de los desahucios y en defensa del derecho a una vivienda digna que ampara la Constitución española y en este caso es vergonzosamente pisoteado por una legislación cruel y una ambición sin escrúpulos de los bancos, se presentó en Bilbao con un sello muy definido de crítica por igual a políticos y banqueros. Uno de los gritos más repetidos rezaba: “Políticos corruptos, banqueros asesinos”.

No hubo muchos políticos de primera fila en las manifestaciones de Euskadi. algún representante de Bildu, alguno de EA, alguno de Ezker Batua, secretarios de sindicatos vascos… La atmósfera tampoco se prestaba para ello; la Pataforma de Afectados por las Hipotecas a nivel estatal considera que los políticos están siendo demasiado condescendientes con los intereses y deseos de la banca, y están dando la espalda a los sufrimientos de la ciudadanía.

Peor les fue a los políticos en Madrid. La joven Beatriz Talegón, que criticó a la cumbre socialista europea por intentar hacer socialismo desde un hotel de cinco estrellas, y el exministro Juan Fernando López Aguilar, fueron abucheados por los manifestantes y tuvieron que marcharse escoltados por la policía… “!Oportunistas!” fue el piropo más amáble que el personal les dedicó.

La prensa vasca tampoco ha dedicado demasiada atención a estas manifestaciones… El “cuarto poder”, como le llaman a los medios informativos, presenta quizá esa misma tolerancia o comprensión con los banqueros que financian a muchos de los medios informativos.  Los grandes rotativos de Madrid y Barcelona, los periódicos del Grupo Vocento, han relegado la crónica de las manifestaciones a discretos rincones de páginas interiores.

¿Estamos ante un divorcio entre la política y el pueblo? ¿Ante un desencanto cada vez más agudo con esta democracia light, descafeinada, vendida a los intereses del gran capital? Lo cierto es que tanto PP como PSOE, los dos partidos bisagra del Estado, los candidatos a la alternancia sin fin en el poder, están cayendo en picado en la intención de voto del personal, y no se ve un relevo posible ni en la izquierda ni en el centro del espectro, porque tampoco los partidos minoritarios avanzan de manera espectacular.

Entretanto, las plataformas de lucha contra los desahucios parecen decididas a mantener el pulso con la banca y los políticos y a reclamar al Congreso de los Diputados una ley justa que proteja el derecho de todos los ciudadanos a una vivienda digna y frene la avaricia y los instintos inhumanos de los bancos.

Honorio Cadarso es periodista