Lo saben los gatos

En una época fuimos ángeles y como adolescentes en busca de nuestras identidades, no pudimos evitar fisgonear en los cajones del tocador de las chicas, arrimar nuestro hocico a bragas y sujetadores, y aspirar, respirar, suspirar, imaginándonos bonitas caras y cuerpos de mujer.

No terminaba ahí la curiosidad y llegábamos a probarnos la lencería y mirarnos al espejo.

Pudo ser que alguien se sintiera identificado y a fecha de hoy se pasee dignamente travestido entre nosotros como una persona más.

“Buscan al ladrón de bragas en San Fausto”, un titular que a primera vista es tan común como el encabezamiento de cualquier otra noticia.

Sin embargo, ¡qué quieren que les diga!; a mí se me antoja sexista. Porque me sorprende que debido al carácter del hurto, la persona sospechosa sea un hombre. Como en los tiempos que corren somos tan malos, los ladrones son del género macho. Vamos a comenzar, los varones, a sufrir complejo de culpabilidad.

Desde que Lili Marlene puso de moda los pantalones, a mí me han robado varias veces el corazón y no ha sido precisamente alguien de mi condición sexual. El femenino de cleptómano es cleptómana. ¿Recordáis a Marnie?

Anda por ahí sin dormir una señora muy importante. Olvídense, no es ella. No despierta recelos porque su atención no está centrada en pequeñas raterías sino en una esquina del Mediterráneo ibérico. No da la talla además. Nuestro misterioso personaje es alguien de estatura: llega con facilidad al tendedero para llevarse las prendas.

No me imagino aún a los vecinos formando partidas con estacas y cuerdas, para recorrer el barrio en busca de “la choriza”. No llegará la sangre al río.

Probablemente, los indicios animan a pensar que el autor de los hurtos es un pervertido.

A mí no me sorprendería en absoluto que fuese “Terminatriz-3” enviada desde el futuro en estado natural para operar de fimosis a más de un pendejo.

Los gatos del callejón conocen a quien causa esta desazón en la comunidad, pero el asunto no va con ellos: andar con el culo al aire no es una de sus opciones.

Agustín Ruiz Larringan, herritar aktiboa.

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