
El durangarra Mikel Hidalgo entiende la fotografía como un medio para interactuar con las personas y captar su esencia. Realizarlas en la calle le permite, además, añadir un toque espontáneo que nos adentra en su realidad, aunque sean de una cultura tan alejada como la japonesa. La sala de exposiciones de Ezkurdi acogerá, desde esta tarde y hasta el 18 de abril, una selección de imágenes de su visita al país nipón con la vida urbana como protagonista.
La muestra está compuesta por 36 instantáneas en blanco y negro captadas con un objetivo de 35 mm, a las que añadirá varias imágenes analógicas y polaroids después de un “complicado” proceso de descarte. “Esta exposición estaba prevista realizarla el año pasado, pero tuvo que suspenderse debido por la covid”, explica Hidalgo, “He aprovechado este tiempo extra para escoger las imágenes definitivas, de entre las 2.000 o 3.000 que tomé en mi viaje de 2019”.
Nacido en Durango en 1988, el autor siente auténtica pasión por esta disciplina que le permite “transmitir un mensaje y un sentimiento”, pero siempre con la ayuda del ‘factor humano’. “No me atraen los paisajes o los edificios. Ya sea en estudio o en exterior, en mis imágenes necesito la presencia de personas, aunque solo aparezcan como una silueta o una sombra”, comenta.
Saber esperar
Esta exposición es la primera que realiza en una sala grande, después de mostrar su trabajo en varios bares de la localidad, como el Napozt o el Jai Berri. En Ezkurdi, se podrá ver a la población japonesa en situaciones cotidianas, “comiendo, fumando o cruzando un paso de cebra. En cualquier momento puede aparecer la imagen que buscas. Se trata de saber esperar”, añade.
Le sorprendió especialmente la “naturalidad con la que la gente acepta que les saques fotos, casi les podías meter el objetivo en la cara”, destaca. “Son muy educados y les da vergüenza recriminarte que, de alguna manera, les asaltes”.
Pero aunque disfruta con los viajes, como los que también realizó a Nueva York o Marruecos para retratar su vida urbana, este durangarra defiende que no hace falta irse lejos para disfrutar de la fotografía de calle. “Suelo salir por Durango, Amorebieta o Bilbao y, aunque aquí la gente es más reacia a dejarse retratar, siempre encuentro imágenes que no esperaba. Pero hay que ser rápido para captarlas antes de que se desvanezcan”.
Horario: lunes a viernes, de 18.00 a 20.00 horas; sábados y domingos, de 12.00 a 14.00 y de 18.00 a 20.00 horas.