
Si el compositor Juan Ambrosio de Arriola tiene en Elorrio una calle y un cine-teatro dedicados a su figura y el sacerdote y organista Agustín Garamendi da nombre a la Musika Eskola de la localidad, la villa cuenta ahora con otro nombre ligado a la música que será recordado en un disco-libro dedicado a su obra: Jesús Kerexeta Azkoaga.
“La música fue el refugio en el que expresó sus sentimientos y emociones a lo largo de su vida”, según señaló su sobrina Blanqui Gómez Kerexeta, que ha sido una de las principales impulsoras de esta iniciativa.
Kerexeta fue “un gran apasionado de la música a pesar de que sus estudios en este campo no pasaron de una formación básica”, por lo que desarrolló “un sentido autodidacta que le permitió componer casi un centenar de piezas de todo tipo, tales como zortzikos, bailables, sonatas, jazz, kiries…”. Su obra, sin embargo, no quedó plasmada en partituras sino en grabaciones de diferentes formatos tales como grandes bobinas, disketes y cds.
Vía de escape
Esas creaciones musicales fueron la vía de escape de este músico aficionado fallecido en 2007, de carácter serio e introvertido, que se inspiró para sus creaciones en personas, enclaves y elementos cercanos como su esposa Bego, los barrios de Mendraka o Argiñeta o las localidades de Elorrio y Eskoriatza como puntos de inspiración. Es más, Gómez Kerexeta sostiene que en ellas quedan patentes sentimientos como la ternura, la preocupación, la tristeza, el lloro o el rezo.
La iniciativa para plasmar su obra en un disco-libro estuvo propiciada por Ignacio Villota, amigo de Jesús, que dos años después de su fallecimiento llamó a la familiar interesándose por las obras que había compuesto.
A partir de esa llamada la familia se puso manos a la obra y contactó con el conocido pianista Iñaki Salvador que asumió las labores de director musical. La primera labor consistía en transcribir las piezas musicales en partituras, tarea que ha materializado Mikel Gaztañaga, además de realizar los arreglos musicales y dirigir la interpretación al piano que llevó a cabo la pianista Itziar Barredo.
Fieles a lo que tocó
La preparación del disco-libro ha generado en Iñaki Salvador “un sentimiento similar al que tuvo junto a Mikel Laboa durante la presentación de su disco ‘Lekeitioak”. El pianista donostiarra rememoró que en “a pesar de que llevaba 20 años trabajando con Laboa, tenía la sensación de que me estaba metiendo en un sitio que no era el mío, porque me estaba metiendo en su casa. Y eso me produjo mucho pudor”.
Durante el acto de presentación en Iturri Kultur Etxea del disco-libro ‘Jesús Kerexeta. Bizitza eta Abestiak. Vida y canción’, Salvador expresó “su intención de mantenerse muy fieles a lo que tocó y lo que dejó Jesús en esas grabaciones”. Aseguró además que “se trataba de una persona con una amplia experiencia musical, capaz de transitar con mucha solvencia entre los diferentes géneros musicales, desde los más cultos hasta los más ligeros o populares. Creo que él sabía mucho más de lo que pensaba que sabía en realidad”.
Imperfecciones
A pesar de ello Salvador reconoce que la obra incluye “las imperfecciones del no profesional y también debido a la libertad, porque cuando se equivocaba es evidente que estaba corriendo riesgos evidentes. Y eso hemos querido respetarlo en la grabación” que se incluye en el libro.
Algunas de las 17 piezas que han sido seleccionadas para el CD que acompaña al libro fueron interpretados por la propia Barredo en el mismo piano que utilizaba en su casa Jesús Kerexeta para interpretar y grabar sus creaciones. El acto de presentación del libro-disco que ha sido publicado con la colaboración del Ayuntamiento de Elorrio y de la Diputación Foral de Bizkaia, finalizó con la interpretación de la pieza titulada ‘Musu bat’.