Vender humo y cobrar por ello

El fiasco de Bankia ha terminado de escandalizar a cantidad de personas que aún confiaban en que la economía saliera del bache por sí sola. Digo por sí sola porque ya nadie cree que los gobiernos puedan hacer nada por parar la sangría de dinero público que se necesitará y que no se sabe de dónde saldrá para arreglar el desastre económico en general y el del sector bancario en particular. Con decir que ni los propios gobiernos confían en sí mismos…

Aunque lo que sobre todo ha puesto de manifiesto el ???caso Bankia??? es el gran chollo que es esta clase de negocio. Uno de los pocos en los que casi nunca hay pérdidas, se gestione bien o mal. Los beneficios, para los accionistas, y las pérdidas, para toda la sociedad. Los bancos parecen vivir por encima del bien y del mal en el Olimpo apocalíptico en el que nos movemos.

Cualquier empresa mal gestionada se va al garete. Ha de responder con dinero contante y sonante y cuando éste se acaba el cierre es inevitable. Para los bancos, todo es distinto. Los bancos venden aire y encima cobran por ello. Un timo en toda regla. Le prestan a usted 300.000 euros que no tienen y le cobran los 300.000 a tocateja más una porrada de intereses. ¡Menudo filón! dirán. Pues sí: el chollo del siglo. Y, si encima las cosas les salen mal, hay que ???salvarlos???.

El negocio de los bancos funciona al modo de los timos piramidales. La única pequeña diferencia es que su actividad está regulada y los depositantes tienen ???cierta??? garantía de recuperar parte de sus ahorros pase lo que pase.

Las entidades bancarias están obligadas a guardar sólo un 2% del dinero que se les confía. A esta porción se le denomina coeficiente de caja y lo fija el Banco Central Europeo (BCE). El 98% restante lo utilizan para hacer negocio y multiplicar el dinero en circulación y los intereses que cobran por prestarlo. Y así la burbuja se hincha y se hincha adquiriendo proporciones estratosféricas. Y cuando pincha??? pues ya vemos lo que pasa. El Estado ???tapa??? los agujeros. Y si la entidad quiebra, los clientes sólo tienen garantizados 100.000 euros procedentes de esa especie de seguro que es el Fondo de Garantía de Depósitos.

Esto significa, ni más ni menos, que la inmensa mayoría del dinero circulación es humo. No hay nada material que lo respalde. Hasta 1971, el sistema monetario funcionaba con el ???patrón oro??? sólo para el dólar (las demás lo abandonaron mucho antes) y las cantidades de esta divisa en circulación estaban respaldadas por una cantidad equivalente del metal precioso. A partir de esa fecha entramos en una dinámica fiduciaria (del caserío me fío), donde la garantía es la confianza de los clientes de que su dinero les será restituido cuando lo reclamen. Y en estas estamos.

Y es paradójico cómo la sociedad más descreída de las últimas décadas siga confiando a pies juntillas en el sistema bancario. Hay quien aduce que es porque no hay más opción. Que no podemos tener el dinero en el calcetín. Cierto: A quien tenga mucho, puede que no le quede otro remedio. Y en ese caso quizás le convenga repartir sus ahorros en tantos bancos como le sea posible. Al menos, tendrá garantizados 100.000 euros en cada uno de ellos, salvo que todo el tenderete se venga abajo de golpe. Pero esas personas seguro que saben mucho más que yo de estos asuntos.

Vivimos el fin de unos tiempos. Esperamos una Tierra nueva donde habite la justicia