Tendiendo puentes

Una conversación al final del verano, la presentación de un proyecto, el esbozo de una ilusión, la complicidad ambiental que se genera entre un antiguo alumno y un viejo profesor, un no saber decir que no???, y aquí estamos cumpliendo un compromiso adquirido de colaboración.

Pasan los días, mi respuesta de “…de acuerdo, aportaré lo que pueda y sepa??? queda relegada entre las tareas pendientes no inmediatas, pues  lo profesional, lo personal y lo cotidiano me absorbe, me llena y me ocupa; pero de pronto el esbozo inicial ha crecido y lo han  convertido en inminente proyecto, el cual demanda de mí el apoyo  en su día solicitado y hoy explicitado: ???De treinta a cuarenta líneas???.

Treinta o cuarenta líneas con las que desde mi ‘Gancho’ (pequeña montaña del pueblo que me vio nacer, Garcibuey, y primera atalaya desde la que divisé mi inicial cosmos vital), espero ponerlas  todas ellas al servicio de mi sociedad  duranguesa y vasca, tan necesitada de que en ella sean tendidos puentes entre todas las personas y  sensibilidades que la conformamos y amamos.

Puentes desde mi mestizaje, nací en Garcibuey y soy de Durango, que me han aportado una experimentación real y gratificante del valor de la diversidad, de la amistad y de la riqueza de la interculturalidad. 

Puentes desde una visión humana y cristiana de la vida, donde la solidaridad y la justicia social, así como la dimensión espiritual de la persona, son valores que me ocupan y preocupan. 

Puentes desde una opción política nacionalista, radicalmente  democrática e integradora, y que desde el amor y compromiso pleno con lo local se abre, abraza y compromete igualmente con lo universal.   

Puentes desde mi edad, entre la de mis hijos y la de mis padres, para aportar un compromiso intergeneracional presidido por el agradecimiento y el amor.

Puentes y más puentes que desde un cierto ‘libre albedrío, y desde un optimismo vital y un carácter extrovertido que casi siempre me han caracterizado -espero  que con  la adecuada  tensión intelectual y la mejor de las intenciones-, pretenden no dar lecciones a nadie, sino solamente exponer reflexiones personales por si pudieran servir y ayudar.

Ya me quedan pocas líneas por completar (de dos  a diez), y casi todo lo que pensaba escribir creo que ha sido expuesto. Solamente me queda desear que este nuevo puente (entre vosotros y nosotros, entre nosotros y vosotros) sirva para comunicar y acercar todas y cada una de nuestras mutuas orillas.

Isidoro Sánchez es responsable de Administración y Servicios de San José Jesuitak Ikastetxea