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Los gatos de Durango

La figura del gato “nos ha acompañado a lo largo de la historia y, sin embargo, no reciben el reconocimiento social que merecen”. Sin ellos, la humanidad no hubiese podido “progresar hasta donde estamos ahora”.

Durante este confinamiento los gatos han sido segundas víctimas que ha sufrido la exclusión de aquellas personas que altruistamente les alimentan todos los días. Además, ha quedado demostrada su función de compañía en este duro periodo de confinamiento por el COVID-19. Estudios psicológicos han demostrado que durante este periodo aquellas personas que han disfrutado de su compañía han afrontado mejor el aislamiento y la reclusión social que aquellos que carecían de animal de compañía.

La contraloría municipal social busca que todos los seres, personas y animales que conforman el hábitat de Durango deban ser atendidos por el Consistorio y, de esta forma, los animales que se encuentren abandonados o perdidos puedan ser alimentados y cuidados por la comunidad, sin establecer como prohibida esta conducta por parte de los y las vecinas, y a su vez se instaure la posibilidad de seguimiento y monitorización por el Cnsistorio, sin que se impida la provisión de cuidados por parte de la población. Además, lo que se persigue en última instancia es que el Ayuntamiento deba instituirse como garante de su cuidado y bienestar.

Una sociedad plural, solidaria e integradora incluye todos los elementos que la retratan y por ello son muchos los partidos políticos que entre sus propuestas y programas incluyen a los animales. Así pues, el actual Consistorio ha elaborado un programa CES (captura, esterilización y suelta) como elemento indispensables de las nuevas lógicas sociales.

Cuidado, empatía y solidaridad

Como profesora de la facultad de psicología no puedo renunciar a los principios académicos que imparto sobre el cuidado, empatía y solidaridad con los seres con los que convivimos en Durango, Los gatos. Son seres generosos que contribuyen a reducir la psicopatología de esta prolongada cuarentena. Está detectado que los índices de estrés y la ansiedad han aumentado y como efecto secundario de este largo confinamiento las personas sufrirán ulteriores episodios. Por ello, para la atenuar su impacto, por ejemplo, está demostrado que acariciar y acompañar a gatos reduce los niveles de cortisol (hormona relacionada con el estrés), inspiran emociones positivas, mejoran la salud mental y la salud en general.

Además se puede subrayar las palabras de la historiadora y antrozoóloga Helena Escoda que reclama que los gatos tengan el reconocimiento social que merecen porque “son unos miembros muy importante de nuestra sociedad, cuyo papel no ha sido suficientemente reconocido”.

Los gatos son seres generosos que contribuyen a reducir la psicopatología de esta prolongada cuarentena

Tristemente he de resaltar que durante este confinamiento se ha detectado por parte de ciertos sectores intolerantes de la ciudadanía una escalada de violencia y agresividad que cada vez es más acentuada contra los gatos y reiteradamente contra las personas que los alimentamos (entre las que me incluyo).  Yo debo pensar que es la ignorancia y el desconocimiento.

Se les informa desde aquí que deben parar las recriminaciones e insultos ya que si no, esas mismas personas pasarán a ser denunciadas como acosadoras e intimidatorias, siendo la sanción aplicable susceptible de pena de cárcel.

Una lectura supremacista de lo que es y representa Durango impide el sano desarrollo social sobre todo en periodos de confinamiento como este.

Brigadas de cuidado

De cualquier forma, las distintas mujeres que conforman el grupo de atención a los gatos en Durango animan a integrarse en nuevas brigadas de cuidado para estos animales. Esta es una labor que ha de empezar desde edades tempranas para que la sociedad se conciencie que vive en un planeta compartido con el resto de las especies siendo una invitación a la reflexión en torno a los animales no humanos que es la base y punto de partida de la dimensión ética de este debate de justicia social.

La desequilibrada relación que mantenemos con aquellos seres no humanos con los que compartimos el planeta es netamente perjudicial desde una lectura supremacista: los explotamos y los matamos (para nuestro beneficio) legitimando unos espurios intereses y cuyo principal objetivo es ocultar la abyecta inmoralidad del trato ejercido que los humanos dispensan al resto de seres vivos.

¿Realmente molestan los gatos, o lo que molesta es que sean gatos sin recursos, sin residencia? Este es el punto de partida de la filósofa Adela Cortina

¿Realmente molestan los gatos, o lo que molesta es que sean gatos sin recursos, sin residencia? Este es el punto de partida de la filósofa Adela Cortina y su descripción de la aporofobia en su libro Aporofobia, el rechazo al pobre. Para contrarrestar lo anterior, Durango tiene que transformarse en una localidad inclusiva y tolerante en la que todas y todos sus habitantes encuentren su lugar, incluidos también los colectivos más vulnerables en los que se pueden incluir los gatos, que son habitantes y durangueses (en igualdad de derechos).

La forja de la tolerancia y el respeto a estos animales desde todos los escenarios sociales es algo fundamental. Un ejemplo de esta andadura y preocupación social por los animales que nos rodean, es que en los gaztetxes quede siempre la impronta del ubicuo menú vegano, como una de las conquistas éticas que la actual juventud ha tributado y reconocido a las distintas especies con las que comparte el plantea.

Ojalá este artículo sirva para reconocer la labor y entrega de estas personas. Quienes quieran unirse a esta función social pueden dirigirse vía email a: gatuneando2014@yahoo.es

https://www.teaming.net/callejeritosdedurango

Virginia Díaz es Doctora en Filosofía y profesora en la Facultad de Psicología, Departamento de Psicología Social y Metodología de las Ciencias del Comportamiento en la EHU/UPV.

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13 Comentarios

  1. Ana Fernández

    Muy de acuerdo con la autora. Además si no fuera por ellos, en este pueblo la ratas serían como mastines y puesto que nadie hace algo por acabar con ellas tendrán que ser estos compañeros de 4 patas.

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    1. Artea

      Mucho dibujo animado has visto tu. El día que veas a un gato con una rata en la boca me lo dices. Antes verás una rata comiéndose un gato. Y os creéis que estáis haciendo un favor a los bichos. El 90% de los perros de Durango está desequilibrados y los gatos pienso que peor por que están confinados en un piso. Los únicos decentes los que utilizan los perros para trabajar,pastoreo ovejas, cabras, vacas, esos perros si son felices. El resto, los felices sus dueños no los bichos. Y luego están los wuays, mi perro va donde quiere y cuando quiere no tengo más preocupación que sacarlo y meterlo en casa. Y lo de los gatos caseros ni te cuento, todos zumbaus perdidos, para el cuarto día ya se conocen toda la casa y así hasta el resto de sus días. Por el bien de los bichos espero que pase pronto la moda está y venga otra menos dañina.

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      1. Evaristo

        Mejor explicado imposible. Ahora los dueños les ponen vestiditos a los perros y a los gatos. En mi época los gatos y los perros eran libres y casi animales salvajes. Entonces sí que acababan con las ratas. Ahora son gatos pijos, como sus dueños.

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  2. PARA CARLANGAS

    Qué mas te da que esa familia u otras personas echen comida a unos gatos, patos…peor es esa gente que he visto por Durango tirando guantes de plastico usados al suelo, mascarillas, plasticos, colillas, escupitajos,papeles…eso si que ensucia las calles…o lo vas a limpiar tú?¿ por qué a mí eso me molesta. Mejor preocupate de otros asuntos más importantes,ya que muchos animales son mejores que muchas personas!

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    1. Aitor

      Es de mala educación decir a los demás lo que tienen que hacer o dejar de hacer. Además de recordar épocas pasadas.
      – “los gatos, que son habitantes y durangueses (en igualdad de derechos)”
      Por otro lado, si la autora de la carta, artículo o lo que sea, piensa lo escrito, tiene una pedrada que no es normal.

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    2. carlangas

      A esa persona que me responde con el nick “Para Carlangas”: ¿me estás diciendo que te parece bien que TODOS LOS DÍAS haya una familia que deposita comida debajo de sus coches, con las consecuencias que tenemos que padecer el resto de vecin@s de ratas y palomas a tutiplén?. ¿Me estás queriendo decir que porque haya algunas personas también irresponsables y guarras, disculpas y aceptas que se pueda echar comida al río para que aumenten las ratas?
      Para que te quede claro: Mano dura contra todo acto incívico. Y en la parte trasera de Ermodo- Plateruena, Oiz, Arkotxa y Madalenoste- estamos hasta las narices de las palomas y las ratas, que aumentan por culpa de una familia que no respeta las normas de convivencia.

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  3. ¿A que vienen lo Gaztetxes?

    Qué dice ahora corregido de GAZTETXES. ¿Que tiene que ver el tema de los gatos con los gaztetxes? Que nos lo explique por favor

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  4. Un vegano perdido

    Qué dice de los gaztetxek? Falta algo en esa frase??

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  5. Angustias

    Me gustaría preguntar a la profesora universitaria cuando dan de comer a los gatos sin residencia quien limpia el lugar donde depositan la comida (que en tiempo de crisis igual vendría bien a alguna familia humana con o sin residencia que no pueden rebajar su ansiedad por no tener gatos a quienes alimentar).

    Tanto cuando lo hace ella como el resto de familias. ¿Quien lo limpia?

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  6. Izena

    Si alimentamos (artificialmente) a un animal salvaje, merma su propensión natural a la caza, luego habría que readiestrarlo (artificialmente). Todo para satisfacer nuestro ego de “presuntamente” estar ayudando a algo que lo necesita, cuando ni lo necesita ni lo estamos ayudando. Como animal salvaje hace un bien social al cazar otro tipo de alimañas prejudiciales. Como animal domesticado, pues podemos acariciarle, ponerle una correa y darle paseos.
    “Los gatos sin recursos, sin residencia”, se nos va la pinza, mucho, mucho. Son animales salvajes, saben buscarse la vida mejor que nosotros, no necesitan nuestra ayuda ni para lo uno ni para lo otro, por mucho que nuestro necesitado ego piensa lo contrario.
    Esto me recuerda el perro que vi pasear el otro día dentro de un carrito de niño.
    Pero todo esto una profesora de psicología lo sabe más que de sobra.

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  7. Catlover

    Me encantan los gatos. Pero los animales “salvajes” no hay porqué alimentarlos.
    Se alimentan ellos sólos. De la misma manera que cuando se va al monte tampoco hay que alimentar ningún animal porque saben alimentarse de sobra.

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  8. carlangas

    Los gatos son unos animales que me encantan…pero lo que no me parece bien es lo que sucede, por ejemplo, en la calle Oiz, donde una familia deposita comida debajo de sus coches y también echan comida al río para dar de comer a los gatos…cuando lo que hacen es aumentar la población de ratas y palomas.
    Los vecinos estamos hasta el gorro de esta familia, que además no se corta un pelo si les pides que no echen comida, con toda la educación de este mundo. Pido a la Udaltzaingoa que tome medidas contundentes y que aplique la Ley con todo el rigor porque esta familia es multirreincidente y hace caso omiso.

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