
El eco del derrame de aceite que embadurnó el viernes el Casco Viejo de Durango sigue resonando con fuerza. Durangoko Alde Zaharra (DAZ) se ha sumado a las críticas de vecinos, comerciantes y hosteleros, y reclama al Ayuntamiento que, “de una vez por todas”, tome cartas en el asunto “y ponga los medios” para evitar que vuelva a repetirse incidentes de esas características.
“No es la primera vez, que el sistema de limpieza de Durango ‘hace aceite’ en nuestras calles. La razón parece ser, a todas luces, la antigüedad de su maquinaria”, apuntan a través de un comunicado. Como también denunciara EH Bildu, desde DAZ están convencidos de que lo ocurrido “es una consecuencia más de no tomar decisiones por parte del gobierno municipal” y de no haberse renovado aún el contrato del servicio de limpieza viaria.
“Lo sucedido el viernes -añaden- deja su rastro” porque, pese a los esfuerzos por limpiarlo, el aceite “afectará al suelo del Casco Viejo que ya, de por sí, es bastante resbaladizo”, incrementándose “la peligrosidad” para los viandantes.
Pero las críticas de DAZ van más allá ya que, a su entender, el servicio de limpieza que se presta en Durango “también hace aguas en otros aspectos”. Sus representantes citan, en este sentido, la suciedad y el mal estado de los contenedores, tanto los soterrados, como los que se colocan en la superficie.
«Echa para atrás tocarlos»
«Llenos, “viejos”, “rotos”, “echa para atrás tocarlos”, hay tapas “que no se abren” y “vemos a personas mayores haciendo maravillas de equilibrio para poder depositar la basura”, enumeran antes de recordar que son “entornos que reflejan una imagen penosa” del municipio.
Las quejas de la asociación de vecinos y vecinas del Casco Viejo se centran, además, en las barredoras por ser “demasiado ruidosas, con más de 85 decibelios desde las seis de la mañana», y en los camiones de basura, por el “olor nauseabundo” que desprenden a su paso, “obligando a tener que cerrar puertas y ventanas para que no se impregne en los interiores de viviendas y comercios”.
Es por ello que no entienden “qué más tiene que suceder” para que el Ayuntamiento de Durango “tome cartas en el asunto y ponga los medios para solucionar esta y otro tipo de circunstancias tantas veces reclamadas por los residentes del Casco Viejo”.