“Aprendí a jugar a los dardos apostándome el colacao”

Directa a la diana. Así avanza la trayectoria del iurretarra David Dávila, que en unas semanas viajará a Corea del Sur para participar en el Campeonato del Mundo de dardos que se celebra del 6 al 8 de julio. Lo que empezó como una diversión de bar, se ha convertido en una larga lista de triunfos por todo el territorio nacional que ahora confluye en la lucha por el torneo internacional más importante.

Este largo camino empezó hacia 2004, en el bar Caledonia de Durango. “Nos solíamos juntar varios amigos a tirar unos dardos y nos apostábamos unos ‘colacaos’. La pareja que perdía, pagaba”, recuerda Dávila. “A uno del grupo le ofrecieron formar parte de un equipo, aceptó y comenzó a jugar en torneos y a ganar algún premio. Al verle, varios nos picamos y nos apuntamos también”.

Poco a poco, el iurretarra comenzó a ganar experiencia y a mejorar su técnica. “Lo bueno es que hay torneos prácticamente cada fin de semana, lo que te fuerza a evolucionar como dardero. Lo malo es que es difícil encontrar a alguien que te enseñe; cada uno tiene que ir aprendiendo por su cuenta”.

Salto de calidad

No le fue mal. En pocos años comenzó a acumular premios y trofeos —entre ellos un Campeonato de España (categoría B) en 2014—, aunque reconoce que el verdadero salto de calidad llegó en 2016. “A pesar de que empecé con los dardos hace más de una década, me he empezado a considerar un verdadero jugador desde hace un par de años”, afirma.

Fue entonces donde comenzó una larga ronda clasificatoria que duró 12 meses y que le ha permitido estar en el avión que partirá hacia el Phoenix Summer Festival de Seúl. También valora especialmente, el torneo internacional ganado en Tarragona el pasado octubre “que empecé perdiendo; pero al librarme de toda la presión, pude alcanzar la final tras una fase de repesca y, una vez allí, ganarla”.

Jugador revelación

Pero él no ha sido el único en notar su evolución de estos últimos meses. Como muestra, la revista Mundo Dardo le eligió como ‘jugador revelación’ de todo el Estado por votación popular. Y también lo aprecian sus compañeros y rivales, ya que el de Iurreta no suele bajar del podio en ninguna de las competiciones en las que toma parte.

Dávila afrontará el Mundial con mucha ilusión y ganas de disfruta la experiencia, aunque confiesa que todavía le falta “un último toque para ser un jugador de primer nivel”. Sin duda, torneos como el del próximo mes serán los que le otorguen el empujón definitivo.