Uno de los niños saharauis del campamento de Durango se encuentra en estado crítico

Mohamed Yahya, uno de los niños que ha pasado el verano en Durango gracias al proyecto solidario Río de Oro, fue sometido hace diez días a una intervención quirúrgica de alto riesgo. Aunque los pronósticos iniciales eran buenos, su situación se ha vuelto “muy delicada” y voluntarios del campamento han iniciado una campaña de sensibilización para denunciar las “terribles e injustas condiciones” en las que viven los niños saharauis.

Yahya tiene 6 años y viajó a finales de junio a Euskadi con problemas cardíacos graves. “Cuando fuimos en diciembre a conocer los campamentos, su madre nos suplicó que lo trajéramos porque no podía dar diez pasos seguidos”, explicó hace una semana uno de los responsables del proyecto Río Oro-Durango, el único campamento para menores saharauis discapacitados que hay en todo el Estado, en un reportaje.

El niño sufría una anomalía de nacimiento que cambia el flujo normal de la sangre hacia el corazón y se conoce como tetralogía de Fallot. Fue operado el 18 de agosto y desde entonces permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos Pediátricos (UCIP) del Hospital de Cruces.

“Una tierra olvidada”

Su situación se ha vuelto muy delicada en las últimas horas y “apenas le quedan fuerzas”, han comentado algunos de los voluntarios con los que Yahya ha convivido este verano. Todos ellos tienen claro que esto ha ocurrido porque el niño “tuvo la mala suerte de nacer sin el derecho a una sanidad digna en una tierra olvidada por el resto del mundo y dejada a su suerte hace más de 40 años por el dichoso acuerdo Tripartito”.

“Si Yahya hubiese nacido en cualquier país de occidente -enfatizan-, habría sido operado con unos pocos meses de vida en una intervención que apenas hubiera conllevado riesgos”. De ahí que responsabilicen directamente al Gobierno español de que los niños saharauis “tengan vetado el derecho a una sanidad de calidad y, por consecuencia, el derecho a la vida”.

#FuerzaYahya

Por todo ello han lanzado a través de las redes sociales una campaña para convertir a Yahya en portavoz del resto de niños saharauis enfermos. “¡Hagamos que esta situación injusta sea escuchada, hagamos que Yahya sea fuerte! ¡Sigue luchando pequeño!”, son algunas de sus proclamas. Para llamar aún más la atención se han propuesto el objetivo de que ???#‎fuerzayahya??? sea Trending Topic (tema del momento) en Twitter.

Las revisiones médicas a las que suelen ser sometidos estos menores cuando viajan fuera de los campamentos de Tinduf sí han ayudado mucho a otra niña del campamento de Izurtza. Raguia, de 8 años, sufría constantes ataques epilépticos que han desaparecido hace un mes después de que le hayan cambiado la medicación. La niña no ha regresado con su familia ni lo hará en el próximo año para que se le pueda hacer un seguimiento de su enfermedad.