Periodismo africano

Un periódico bilbaíno se ha arriesgado a hablar este fin de semana del conflicto de Mali. Como de costumbre, el periodista de turno cita como fuente de información a “The Times”; en Europa, para hablar de Africa, parece que los periodistas se informan en Londres, New York o París…

El periodista de turno, tras justificar la guerra de Francia en Malí y la intervención de Argelia para liberar a unos rehenes, termina echando pestes contra la maldad de Al Qaida, y la funesta memoria de Bin Laden, y como acorde final ensalza las virtudes de los democracias occidentales.

Tal vez los periodistas europeos harían bien en consultar a periódicos y periodistas de Africa; ahora con Internet resulta bastante fácil. Un periodista senegalés, Bijou Sambou, ha colgado en Facebook una nota sobre este conflicto, de la que extraeremos algunos párrafos y una visión del conflicto tal como lo ven muchos africanos.

Mali no es más que una maniobra de distracción. Pero Francia no había previsto la reacción de Argelia que no ha seguido la agenda que siguen los africanos ordinariamente, que es llamar a París o Londres para saber lo que tienen que hacer, sobre todo teniendo en cuenta que aquí habia rehenes occidentales.

Mali decretó un día de luto nacional en homenaje al primer soldado francés muerto en combate; los niños llenaron las calles enarbolando banderitas francesas. ¿Cómo se entiende que ciudadanos que no tienen dinero para vestirse gasten sus ahorrros en confeccionar banderitas francesas? Jamás los africanos enarbolan banderas para manifestar su apoyo a algo o a alguien, o sus emociones.

Las autoridades de Malí, antes de organizar otra jornada de duelo por un soldado francés (porque dudamos mucho de que organicen algo parecido si muere en combate un soldado senegalés, chadiano o togolés), deberían preguntarse si no están haciendo de correa de transmisión de una estrategia de guerra que apunta no a Mali, sino a Argelia.

Por otra parte, podría aventurarse que es Qatar el que financia la rebelión en el norte de Mali, el mismo Qatar que financia la rebelión en Siria, y resulta que Qatar es muy buen amigo de Francia. Por eso alguien tendría que explicar todo esto a los gobernantes de Mali, antes de que vuelvan a prostituirse y arrodillarse en Bruselas o en París.

El conflicto de Mali no es en el fondo más que una farsa para alcanzar a Argelia, con sus enormes reservas monetarias, el único país africano que ha tomado el relevo y enarbolado la antorcha de la financiación que estaba haciendo Gadafi con la Federación de Estados africanos.

Total, señores periodistas europeos… Quizá podríamos pensar que entre los jeques árabes del petróleo y sus amigos de París, Londres y Washington, todos juntos están decididos a impedir que Africa se gobierne por sí misma, y quieren manipular todo el continente y someterlo a sus intereses económicos, y explotar sin trabas el oro, el gas, el uranio, todos los metales y recursos de Africa.

Pero todo ello bajo la capa santificadora de la democracia del sufragio universal, esa democracia a la que se define como la democracia verdadera, pero que en su trastienda se reduce a mangoneos de unos pocos hombres de negocios. 

Honorio Cadarso es periodista