Miedo

El miedo, como todas las cosas en exceso, no es bueno porque nos atenaza, disminuye, inquieta y anula. Sin embargo en dosis adecuadas es muy saludable. Ya lo dicen aquellos a los que la seguridad de las viñas les preocupa cuando manifiestan que el miedo las guarda.

Por otra parte ahora resulta que ha hecho su aparición una nueva corriente de opinión que son los terraplanistas, que entre otras cosas pregonan que la Tierra es plana dando la impresión además de que están en un tris de proclamar que la pandemia desatada por el coronavirus no es más que el efecto basado en el miedo y si para ello los hechos en forma de miles de personas fallecidas contradicen su teoría, pues peor para los hechos, dirán.

Y como nada mejor que seguir un huella para ver dónde acaba el rastro, resulta que todavía quedando pendiente la tarea de doblegar la curva de infectados, se ponen francamente molestos si se les dice que las vacaciones de este año están colgadas de un alero. Por ignorarlo casi todo, este tema de la pandemia no iba a ser una excepción y no saben o no quieren saber un par de cosas que nos van a traer de cabeza.

Una, que multitud de personas infectadas por el Covid-19 son asintomáticas, es decir, son portadoras del virus, no sufren los síntomas clásicos y sin embargo siendo portadoras del mismo son claramente contagiosos. Dos, que las personas curadas no se sabe durante cuánto tiempo estarán inmunizadas. Y en esas circunstancias los terraplanistas y adláteres claman y exigen su derecho a hacer vacaciones y no en el Monasterio de  Valvanera en la falda del San Lorenzo de la Sierra de la Demanda, rodeados hasta decir basta de naturaleza, no.

Se irán tan pitxis a lugares con mucho “ambiente”  saturados de gente, donde dadas las circunstancias se pueda desencadenar una réplica de la pandemia de funestas consecuencias. No son capaces de entender que en tanto no se desarrolle una vacuna, se pruebe, homologue, produzca y  comercialice, la humanidad está en libertad vigilada, en libertad condicional y ese proceso va para largo. Pues así vamos, como decía
Groucho Marx, ” de victoria en victoria hasta la derrota final”.

De modo que atención y mano al botón. Utilicemos racionalmente está libertad vigilada y no hagamos nada de lo que tengamos que arrepentirnos en materia de seguridad. Seamos cautos. Salud.

Rafael Hidalgo