Las vacas de Berastegi

Desde Spanish Revolution llegan ecos de que el próximo año desaparece la asignatura de filosofía del 2º de bachillerato, prueba evidente de que no estamos precisamente en el Siglo de Oro ni tampoco en el Renacimiento.

Mucha idea no tengo sobre lo que actualmente se imparte en los centros educativos, aparte de saberse manejar con un PC, pero por los síntomas y los ecos que escucho, todo parece indicar que el pensamiento de Platón, Sócrates, Aristóteles, Séneca, Engels, Kant, Averroes y otros grandes eruditos pasará a un segundo plano y evocar sus nombres se convertirá en pura anécdota.

En el club de los poetas muertos, el cartero de Pablo Neruda le entregará al escritor chileno una misiva de condolencia de Rafael Alberti o Federico García Lorca y tal vez de alguna “sinsombrero” como María Zambrano, explicándole la tragedia del sistema académico del siglo XXI.

-Y cambian la filosofía por hacer la “o” con un canuto o contar moscas en el aire-, comenta indignada Teresa, inquieta por el futuro de la educación.

Y no digamos ya la preocupación que sentirá un profesor en la susodicha materia o de quien tenga un familiar que la imparta. Otro vendrá a ocupar su plaza desde la oficina de empleo, como mal menor si acaso.

Que la esperanza de salvación del género humano se mantenga mientras seamos capaces de no aguardar jamás lo mejor desde el poder. Tiene que surgir de nosotros la curiosidad y el afán de preguntarnos, de contrastar, de búsqueda incesante, sin conformarnos con lo que nos depositen en el pesebre para “alimentarnos”.

Despertar inquietudes en los jóvenes es una tarea costosa que debemos asumir padres, familiares y amigos. Me niego a verlos como a ovejas o como a las vacas muertas por inanición en Berastegi.

Agustín Ruiz Larringan, herritar aktiboa.