De palmaditas en la espalda y otros premios

El pasado martes me encontré con la desagradable experiencia de ver cómo una mujer mayor tropezaba con un considerable agujero en la “calle peatonal” Pedro Pablo Astarloa (que une Montevideo con Kurutziaga). Por suerte, fue en hora de entrada de Jesuitas y un nutrido número de personas nos acercamos para ayudarla (gracias a todas ellas). Tras ver que se encontraba indispuesta, llamamos a una ambulancia que vino realmente rápido (todo hay que decirlo) y los sanitarios se hicieron cargo de ella.

No hace mucho, pudimos ver como la empresa GITMA premiaba a Durango por la peatonalización de esta calle. Esta peatonalización se realizó poniendo varios tiestos, algunos bancos… Sin embargo, la calzada, que pasó a ser usada por peatones, quedó en el mismo estado. Si ya de por sí es ridículo que la empresa a la que pagas por un proyecto te dé un premio por ese mismo proyecto, con sus fotos, su “trofeo” y su espectáculo, el ridículo se vuelve esperpento cuando las fotos y los premios se anteponen a la seguridad.

Recientemente leía un artículo de Rafael Hidalgo sobre el Cinturón de Orión. Alnilam, Alnitak y Mintaka también son conocidas como los «tres reyes magos» o «las tres Marías». Estas tres estrellas son hasta 537.000 veces más luminosas que el Sol, pero la distancia con las personas evita que sean algo más que una foto bonita.

Con el ayuntamiento pasa algo parecido. Vemos cómo se reciben premios variados, muchas fotos de proyectos estrella, pero la distancia con la ciudadanía evita que aporten algo más que una foto bonita.

La gestión municipal de las cosas sencillas, como tener las calles limpias, zonas verdes o parques cercanos, etc… es la forma más sencilla y habitual de demostrar el compromiso para con el pueblo de una corporación. Pero para que esto sea posible, es necesario bajar a la calle y escuchar a las personas que viven lo bueno y lo no tan bueno de Durango. En las reuniones que realizamos en los barrios, escuchamos que hay muchas cosas, al menos, mejorables. Tras cada reunión, trasladamos estas peticiones, quejas, sugerencias,… al equipo de gobierno en comisiones, en plenos, en enmiendas a los presupuestos,…

Sin embargo, seguimos topando con el mismo muro que muchas de las quejas que la propia ciudadanía, las asociaciones,… registran a través del servicio de atención ciudadana. Necesitamos un ayuntamiento que conozca Durango y a quienes aquí vivimos, y eso solo se consigue saliendo a la calle y escuchando.

Jorge Varela es concejal de Herriarren Eskubidea en Durango