OTA: Solución y condena

Cuando en el año 2006 se implantó la OTA, en Durango, se descongestionó el aparcamiento en el centro del pueblo. Para quienes nos pudimos adherir al sistema se nos abrió el cielo. Las incontables horas que perdíamos intentando aparcar pasaron a la historia. Pagar la viñeta anual que nos da derecho a aparcar en nuestra zona se convirtió en una magnífica inversión.

En esa misma fecha, sin embargo, cayó una condena, que dura ya ocho años, para todos los vecinos que residen en las calles sin OTA. Si no se acaba buscando un remedio para ellos puede terminar siendo una condena a perpetuidad.

Con este modelo de OTA los vecinos se dividen en dos categorías: los condenados sin remisión de condena y los que con una pequeña fianza anual se libran de la condena. No parece que esta situación sea justa y menos, que pueda ser mantenida eternamente.

La solución más justa sería la ampliación de la OTA a todo el municipio: igualdad de derechos, igualdad de oportunidades. Pero un cambio de ese calado supondría la expulsión de los vehículos de los trabajadores que, siendo residentes fuera del municipio, desarrollan su actividad laboral en Durango.

Este y no otro es el gran problema del aparcamiento en Durango. No existe una conciencia real y cuantificada de este problema.

Cuando una empresa de 500 trabajadores se implanta en un polígono, habilita espacios para los vehículos de los empleados. En Durango, como municipio de servicios, desarrollan su actividad muchísimos más de 500 trabajadores. No todos serán foráneos, pero sí una gran parte de los mismos.

A modo de ejemplo se puede decir que en la comisaría de la Ertzaintza trabajan más de 140 agentes y en el Instituto de Durango, 115 profesores. A estas cifras tenemos que añadir las de los dos centros de salud, el Juzgado, dos sedes de la Seguridad Social, la Escuela de idiomas, Maristas, Jesuitas, Ikastola, Nevers, San Francisco, Santa Susana, Landako, más de 15 oficinas bancarias, y la interminable lista de hostelería y comercios. Para finalizar, el Ayuntamiento tiene más de 230 trabajadores.

En definitiva, Durango es un enorme centro de trabajo en el que los empleados que precisan del vehículo privado para desplazarse a su puesto aparcan en calles sin OTA, compartiendo el espacio con los vecinos de éstas y, consecuentemente, saturándolas.

Definitivamente, mientras no se tengan claros y cuantificados estos datos para desarrollar soluciones reales y definitivas sin demagogias y sin parches, la condena de parte de los vecinos de Durango, ésos que viven en calles sin OTA, tenderá a ser perpetua.

Firmado: Alberto Uriguen

(Mapa: las zonas coloreadas son las que no tienen OTA)