¿Vacunarse o no?

Me gustaría comenzar esta nueva aventura informativa dando las gracias a quienes me permiten desde DURANGON disponer de un pequeño espacio para poder escribir y opinar sobre diferentes temas sanitarios de actualidad.

Hoy en día estamos sometidos a un bombardeo sobre temas sanitarios, tanto desde los medios de comunicación, como desde la Administración y esto nos debería hacer reflexionar a nivel individual y colectivo. En este caso estoy hablando de la más que conocida enfermedad denominada Gripe A. Todo el mundo opina y, tiene derecho a ello, pero lo que no se debe es perder la perspectiva. Son los clínicos, médicos, farmacéuticos y biólogos quienes están facultados para emitir opiniones con criterio. Han estudiado durante muchos años y, a pesar de que la gente no lo imagina, siguen haciéndolo a lo largo de toda su carrera sanitaria porque su evolución debe ser paralela al avance de la ciencia.

Volviendo al tema de la gripe A, que es el que actualmente nos interesa, hay dudas en las diferentes ramas sanitarias sobre la conveniencia o no de efectuar campañas de vacunación masivas. Las razones son varias: los posibles efectos secundarios de una vacuna recién creada y la necesidad de asumir un gasto farmacéutico de semejante calado en la época de crisis en que nos encontramos, entre otras. También genera cierta controversia la inercia que se ha generado en la sociedad con las vacunas -a pesar de que el pico de contagios pasó en los meses de octubre y noviembre-, y el posicionamiento del personal sanitario ante las mismas.

Son interrogantes que quedan en el aire. Aún así hay que recordar a la población que debe actuar con criterio y sentido común atendiendo a todas las medidas higiénicas recomendadas por la OMS y otro tipo de administraciones. Las principales hacen referencia a una buena higiene, lavarse las manos frecuentemente y taparse la boca al estornudar. Los más escrupulosos deben ser los pacientes incluidos en grupos de riesgo como embarazadas, cardiópatas, diabéticos y todas aquellas personas con enfermedades crónicas.

Diego Sarasketa, farmacéutico comunitario en la Farmacia Sarasketa de Amorebieta

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