Las trabajadoras de las residencias de Durango han vuelto a protestar en las calles de la villa en defensa de unas “condiciones laborales dignas”. La plantilla apoya así la lucha que mantiene todo el colectivo de los centros vizcaínos desde el pasado noviembre.
El conflicto que mantienen con la patronal y la Diputación afecta a 5.000 trabajadores que atienden a unas 7.500 personas mayores. Desde el sindicato ELA, exigen la reducción de la jornada a las 1.592 horas para las empleadas de los centros gestionados directamente por la institución foral y «que ninguna trabajadora cobre menos de 1.200 euros mensuales”.
En este sentido, y coincidiendo con las movilizaciones del 1 de Mayo, las representantes de las trabajadoras manifestaron que continuarían con su lucha “hasta las últimas consecuencias”.
En la manifestación realizada esta mañana en Durango, las convocantes han estado acompañadas por la edil de EH Bildu Eider Uribe y los concejales de Herriaren Eskubidea Julián Ríos y Jorge Varela.