Sin miedo, ese debería ser uno de los derechos fundamentales de la vida, vivir sin miedo. Sin embargo no lo es, no para todas. Rabia e impotencia son los dos sentimientos que, unidos entre sí, te invaden las entrañas cuando se tiene conocimiento de un nuevo caso de violencia de género.

En los últimos años el 25 de noviembre, Día Internacional contra la Violencia hacia las Mujeres, se ha convertido en el epicentro de los actos conmemorativos en recuerdo de todas las mujeres que sufren violencia a manos de aquel que a priori se le supone ser el que más las quiere. Extraña forma de querer…

Vivir sin miedo es el reto que muchas mujeres tienen ante sí, un reto que todas y todos debemos hacer también nuestro. En los últimos años se lleva a cabo la campaña Beldur Barik, trabajando con los centros escolares, con las y los jovenes. Ellas y ellos son las bases del futuro, y en consecuencia, los pilares a modelar para que el respeto hacia las personas esté por encima de cualquier diferencia de género. Ninguna medida a tomar sobra, pero es imprescindible cimentar unas buenas bases. Si ya es alarmante ver las cifras de víctimas en pleno 2015, más alarmante resulta que después de años de lucha se sigan viendo casos de violencia entre jóvenes.

Sin miedo, pilar fundamental, sin miedo para reconocer cuándo se está ante una situacion de violencia, sin miedo para denunciar, sin miedo para reaccionar, sin miedo para levantarse, sin miedo para seguir adelante, sin miedo de vivir…

Mujeres víctimas, en muchos casos convertidas en fantasmas que viven sin vivir. Mujeres victimizadas, narrando su experiencia a diferentes administraciones y reviviendo una y otra vez su sufrimiento. Como si con haberlo vivido una vez no hubiera sido suficiente. Por ello es imprescindible el trabajo realizado mediante el protocolo amancomunado cuyo objetivo fundamental es la coordinacion de los diferentes estamentos implicados, evitando asi la victimización de las mujeres por segunda, tercera o cuarta vez.

Siempre habrá aspectos a mejorar, siempre trabajo por hacer. Es una triste realidad evidente pero no cabe lugar a dudas de que seguiremos luchando sin miedo. No pierdo la esperanza de que llegue el día en que la cifra sea cero, cero agresiones, cero asesinatos, cero miedo…

El miedo es un sentimiento que no debiera existir en ninguna mujer. El miedo debiera ser un sentimiento sustituido por la fuerza, si no la fuerza de una sí la fuerza de todas.

Beldur barik, zutik emakumeak!

Goiztidi Díaz es concejala en Durango (EAJ-PNV)