‘La cosa’ de Susaeta

Las ruedas de prensa con futbolistas se inventaron en España, estoy casi seguro. Sólo a un periodista español se le podría ocurrir la brillante idea de molestar a un futbolista, para que cada cierto tiempo, respondiera a cinco o seis preguntas formuladas por compañeros de la prensa. El problema es que las ruedas de prensa se inventaron en aquella época de bonanza, cuando el gremio de los plumillas no era uno de los sectores más puteados de España. Ahora, con tantos EREs, despidos y cierres de medios de comunicación, muerden el bolígrafo con rabia lógica en las salas de prensa y se les retuercen las ideas cada vez que van a titular una crónica.

Los periodistas son los culpables de que a un futbolista se le saque de la cancha, su hábitat natural, y se le exija un mínimo intelectual para responder a ciertas preguntas retorcidas. Para protegerse, los jugadores recurrieron a inventarse un argot futbolero y memorizaron unas pautas que utilizarían en cada rueda de prensa: las frases debían comenzar por un ???la verdad es que??????, y acabar por una generalidad tipo ???lo importante es que saquemos algo positivo??????, metiendo entre medias un comodín como ???bueno??? en varias ocasiones. Y desde la primera a la última pregunta debían de empapar la ???entrevista??? con gestos, perfiles, miradas perdidas, ritmos y tonos en la frase que denotaran cierta prisa por terminar su trabajo.

Dicho esto, vaya entre medias de este artículo una rotunda crítica a los periodistas malintencionados que pusieron en apuros a Markel Susaeta, a escasas horas de su debut con la selección de España. Evidentemente, no cabe pensar que la ineptitud en la respuesta se mereciera tal revuelo mediático, cuando un futbolista es sincero y se queja poco cuando hace, bien o mal, su trabajo. Ya es mala sangre la de este gremio.

Dicho eso, y finiquitando mi ironía que puede aburrir al lector, quede dicho que me parece una cagada tremenda y no pretendida la frase de Markel Susaeta, equiparando a España con una ???cosa???. Sobre todo, es una cagada intelectual, porque España se puede equiparar con infinitas cosas, y no es lícito ni éticamente, ni intelectualmente, no atinar en la definición de España, degradándole a mera cosa. Condenar a la gran España a esa indefinición, a esa ambigüedad, a esa imprecisión es lo que realmente les jodió a los españoles de pura cepa.

Pero el pobre Markel tendría el coco repleto de cosas con las que comparar a España y en esa indefinición se quedo sin sinónimo adecuado para formular en la rueda de prensa. España es una potencia mundial deportiva; es uno de los mejores países gastronómicos; tiene un precioso idioma; una biodiversidad envidiable; sus valores familiares son de los más cotizados, etc. Y al mismo tiempo, España es un país donde se invierte en bancos y se abandona a las personas; es un país donde el partido en el gobierno persigue la homosexualidad; donde se premia a los corruptos y se encarcela a los indignados; donde se aumenta el presupuesto militar y se reduce el social; España es uno de los países europeos con más paro, más fraude fiscal, etc.
O sea, que cuando Markel habló de estar orgulloso de representar a esa ???cosa???, la cascada de ideas le cortó el habla. Pero, en mi opinión, el problema no es de Markel Susaeta, sino de un país sumido en esa esquizofrenia.

Julen Orbegozo kazetaria da