“Para los bomberos era un horno, un auténtico infierno”

Con una temperatura de 35 grados en la calle, el incendio que se originó ayer en la empresa Estampaciones Bizkan de Berriz puso a prueba la resistencia de la veintena de bomberos que tomaron parte en su extinción. A través de las redes sociales, responsables de estas labores han querido agradecer al berriztarra Juan Cruz Elvira ‘Txapu’ su colaboración llevándoles agua y abriéndoles su nave como ‘hospital de campaña’.

“Primera felicitación a @BomberosBizkaia por el duro trabajo durante el incendio de Berriz y para el vecino ejemplar que ha suministrado agua”. La asociación de Voluntarios Digitales de Emergencias Euskadi publicó este significativo tuit una vez que el fuego estaba sofocado y el municipio había recuperado la normalidad.

Sin buscarlo, ‘Txapu’ se convirtió en uno de los protagonistas involuntarios de la jornada. “Estaba comiendo en casa y me llamaron para avisarme de que había fuego en el pabellón de al lado de la nave que tengo en Eitua, así que salí corriendo para allí”.

Para cuando llegó, ya había varios camiones-bomba de diferentes parques de bomberos trabajando, aunque los de Iurreta no habían podido acercarse aún porque se habían desplazado a un pequeño incendio que se había originado, minutos antes, en un edificio de la calle Azoka de Durango.

3.000 litros de nafta

También le dio tiempo a hablar con el propietario de la empresa, que había abandonado el pabellón con su hija después de haber tratado infructuosamente de sofocar el fuego con los extintores que tenía a mano.

Según datos aportados por los bomberos, ardieron más de 3.000 litros de nafta que provocaron una espectacular nube negra que obligó a cerrar la nacional 634 y a que el Gobierno vasco emitiera recomendaciones para que los berriztarras se recluyeran en sus domicilios como media de precaución durante alrededor de tres horas.

“La verdad es que no se veía ni leches”, reconoce ‘Txapu’. Las condiciones de trabajo eran extremas ya que, a la densa humareda, se le añadieron las altas temperaturas que se vivieron ayer en Euskadi. “Para los bomberos fue un auténtico infierno. No resistían dentro del edificio ni diez minutos y salían que se morían. Si para los que estábamos fuera era duro, ¡imagínate para ellos!”, exclama el berriztarra.

De hecho, dos de ellos tuvieron que ser atendidos y trasladados al hospital por agotamiento y falta de oxígeno. Otras dos personas que se encontraban en la empresa también fueron evacuadas por haber inhalado humo. 

Sin reserva de agua

La situación fue empeorando con el paso de los minutos. El calor era tan insoportable que los bomberos no tardaron en acabar la reserva de botellas de agua que tenían en sus camiones.

‘Txapu’ reaccionó con celeridad y, además de abrir su nave para que pudieran recuperarse del esfuerzo en un lugar más refrigerado, se hizo cargo en persona del suministro de agua. “No sé ni cuántos viajes hice pero fue una exageración. Fijo que fueron más de 60 litros porque no hacían más que beber y ni con las sales conseguían reaccionar”.

Al ver las condiciones en las que estaban trabajando, el alcalde de Berriz, Roland Isoird, que se acercó al lugar minutos después, también ordenó que llevaran más agua y bocadillos a los bomberos.

“No he hecho nada que no hubiera hecho otra persona -destaca ‘Txapu’, restando importancia a su contribución-. Traté de echar una mano y poco más”. 

(Fotos cedidas por @aiarza. En la de la izquierda, ‘Txapu’, de espaldas, observando las labores de extinción).