Vivimos malos tiempos

En los últimos días hemos podido ver y oír en televisión múltiples noticias de distinta índole, algunas de mayor calado social, otras de gran enfrentamiento político y otras mucho más directas al corazón.

Ucrania, la reforma laboral, la infatigable pandemia, la desertización de la península, un Rey con dudosos… no sabemos muy bien qué y hasta una infanta con problemas matrimoniales, como si fuera algo extraño, ah, sí, claro, es Infanta, etc., etc., etc.

Pero esta lista que podría alargar mucho más y que contiene grandes temas de titulares día sí y día también, es una lista que nos deja indiferentes en muchas ocasiones, porque el ciudadano de a pie, mi vecino, mi primo, mi amigo, mi tendero, no se ve reflejado, no conoce el alcance que pueden tener estos grandes asuntos en su día a día. No interesa que lo sepa y lo que le interesa verdaderamente porque le resulta más próximo no aparece, no existe, no se dice nada.

Nos quedamos en grandes palabras, grandes discursos, pero ¿qué es de mi día a día, qué es de lo que a mí directamente me afecta? ¿Qué es de mi médico de familia, cómo está viviendo todo esto que parece que acaba, o que se empieza a diluir entre otras grandes cosas y en qué medida me afecta su precaria situación laboral? La atención primaria agoniza, sí, agoniza. No puede ser, que no se hable de esto, que se pretenda pasar por alto este tema porque si no se soluciona de alguna manera todo lo demás me sobra, estamos hablando de salud, de dignidad del paciente y de dignidad del cuerpo sanitario tan injustamente apaleado en muchas ocasiones.

Nada se sabe ya de la Palma, ya está todo bien, todos con sus casas, sus negocios organizados, su vida estupenda, trabajo. Pues no, y me consta. Ah, pero es que Estados Unidos y Rusia… Miles de niños sufrieron en silencio abusos de ciertas personas de la Iglesia, presumiblemente, ah, pero la Infanta, pobre, golpeada por la infidelidad. Salario mínimo a 1000 €, discusión, sí o no, discusión y discusión, oh, sueldazo…, ah pero es que el Rey, el campechano ¿irá ya por fin a España….?, y a mí qué me importa dónde viva.

Por favor, somos personas, normales y corrientes, sin título nobiliario, de a pie de calle, trabajadoras, a veces, muchas, con sueldos míseros y encima ¿mendigar para tener una atención digna en el ambulatorio de tu pueblo porque están sobresaturados? Y nadie dice nada… Hombre, ya está bien que es salud, que no vamos porque nos da la gana, un poco de seriedad a quien le corresponda.

Juan Antonio Bueno es concejal de EH Bildu en el Ayuntamiento de Durango.