Durangaldea y los futuros automóviles

La transformación que en pocos años va a sufrir la composición del parque de automóviles con la entrada de las nuevas tecnologías de los mismos, la deslocalización de algunas plantas que ahora operan en España y la pequeña dimensión de nuestra industria manufacturera, van a traer unos efectos inducidos de enorme importancia para la empresa auxiliar del sector en Durangaldea ya que desaparecerán (con la aparición de otras con las que no tenemos contacto ni medios tecnológicos para realizarlas) una buena parte de las piezas que tradicionalmente se vienen fabricando entre nosotros en las actividades de, estampación, embutición, fundición, forja, mecanizados, tratamientos térmicos, kataforesis, sistemas hidráulicos, rectificados, metrología….

Dado que el tiempo transcurre con enorme velocidad y que determina qué partes de actividad quedarán vivas en la zona por un lado y de no vernos retratados en ellas, buscar alternativas sustitutorias en las que preferentemente encajen los equipos productivos existentes y la preparación profesional de las actuales plantillas, buscar alternativas decía, va a ser una tarea complicada y larga de la que no se hasta que punto saldremos bien parados de ella. Esa cuestión es una duda razonable pero en orden a certezas hay por lo menos una sólida como una roca de granito, que no es otra que si no hemos empezado ya a gestionar ese cambio, hagámoslo cuanto antes, a la voz de ya, porque sino para luego será demasiado tarde porque alguien o algunos habrán madrugado más que nosotros y seremos expulsados de esa carrera con las connotaciones dramáticas que ello traerían para la zona.

Todas estas cosas con las que se nos llenan las bocas hablando de los nuevos paradígmas como del 5G, de la digitalización, de nuevas vías de exportación, de agrupación de empresas para constituir masas críticas suficientes… están muy bien y necesarias porque serán parte de un futuro (que por cierto ya no es lo que era) cada vez más cercano, pero no nos engañemos, todas esas cuestiones nos son más que instrumentos al servicio de una causa primordial, básica, ineludible, a realizar por parte del empresariado. ¿Cuáles son, qué nueva actividad (en el caso de que la que actualmente estoy realizando no siga viva) voy a realizar y como me voy a preparar desde ya para ello? Complicada cuestión esta ya que la idea que surja de esa previa respuesta requerirá una serie de actuaciones que se enredarán como las cerezas que sacamos de un cesto.

Consecuentes con todo ello, a lo mejor vamos ya con retraso en la toma de decisiones al respecto, de modo que si no las hemos comenzado, quizá mañana sea ya tarde y vendrán a continuación los lloros y crujir de dientes

Rafael Hidalgo