Violencia simbólica y creencias

El próximo jueves visitará Durango una de las teóricas feministas, a mi juicio, más heterodoxas y solventes del Estado. Una representante de, según sus propias palabras, la ???vieja guardia???, cuyo pensamiento comparto casi al cien por cien: Victoria Sendón.

Nos hablará de la violencia simbólica, esa violencia invisible que está en la base de la violencia real y que, en palabras de Pierre Bordieu, que teorizó también sobre esta cuestión, está ???naturalizada???, es decir, asimilada, incorporada a nuestro acervo cultural.

¿En qué consiste esta violencia invisible? Se trata de aquellos discursos que menosprecian a las mujeres y las presentan como seres inferiores. La Iglesia, dice Sendón, se ha dedicado a hacer esto durante ¡2000 años!, en los cuales ha dibujado a las mujeres como portadoras del germen del mal.

Y sigue erre que erre. El arzobispo de Granada acaba de recomendar a sus feligresas el libro ???Cásate y sé sumisa??? como texto de cabecera. Según él, se trata de la receta perfecta para acabar con la violencia machista. ¡Luego nos escandalizábamos por las declaraciones del imán de Fuengirola!

Las películas románticas más exitosas están protagonizadas por jóvenes modernas, guapas, profesionales, cultas, libres??? pero locas por buscar marido, e infelices e incompletas hasta que no lo consiguen. Las canciones que lideran las listas de éxitos interpretan los celos y la violencia que originan como signo de amor. A la vez, condenan a quien no goza de este tipo de ¿afecto? a, literalmente, no ser nada (???Sin ti no soy nada???, Amaral). La presencia de mujeres en puestos de importancia y decisión sigue siendo insignificante en contraste con su nivel de formación.

Con semejante telón de fondo, ¿de qué nos extrañamos cuando nos cuentan que la violencia aumenta entre la juventud? Lo raro sería lo contrario, que frente a un sirimiri incesante de creencias limitantes las jóvenes estuvieran empoderadas y los jóvenes fueran conscientes de la necesidad de cambiar esquemas. El líder motivacional californiano Anthony Robbins asegura lo siguiente: ???Nuestras creencias acerca de nosotros mismos pueden moldear, influir e incluso determinar nuestro grado de inteligencia, nuestra salud, nuestra creatividad, la manera en que nos relacionamos y nuestro grado de felicidad???.

Las creencias limitantes conducen al fracaso en la búsqueda del bienestar y del éxito personal. Las mujeres, por descontado, no somos inmunes a ese tipo de mensajes subliminales y estamos obligadas a luchar cada día, para abrirnos paso en la vida y en la sociedad, contra el bajo concepto que, en el fondo, tenemos de nosotras mismas. Podemos revertirlo. Pero no sin antes tomar conciencia de su raíz.

Nota: Victoria Sendón ofrecerá el próximo jueves, día 28, en el Museo Kurutzesantu (Kurutziaga kalea, 38), a las 18.30 horas, la conferencia ‘La dama y la bruja (violencia simbólica y real en el patriarcado)

Mertxe Arratibel es periodista en andra.eus