Pilas

Envuelto en un mar de dudas a causa del apagón, ‘Txispi’ no se vio obligado a explicar dónde se encontraba el día de autos. Me confesó que se hallaba precisamente en un lugar primoroso de una mañana espléndida, y quiso la casualidad que en Aramaio, la “pequeña Suiza vasca”, la falta de luz duró únicamente 20 minutos. Buena noticia saber que hay comunidades que se autoabastecen.

Luego, llegó a mi pueblo y al recoger el periódico, se encontró con la librería abierta, aunque sufriendo las consecuencias del incidente. Ahí es donde, mitad incrédulo, se enteró de que el corte de luz se había producido en toda la península. No era 28 de diciembre, así que tuvo que asumirlo.

A partir de ese momento, allá donde pudieron, se recuperaron las cocinas antiguas de butano, leña & carbón, las billeteras con monedero, y tal vez, olvidándome de alguna otra cosa, las pilas.

Sonrió la dependienta a mi amigo cuando le pagó el periódico en efectivo y le consultó si disponía de pilas.

-Las tengo porque se venden.

-Pregunto porque no estoy al día y creo que este joven y estas dos niñas que tienes ahora mismo en la tienda quizás no sepan lo que son unas pilas.

Las cuatro personas en el local rieron la ocurrencia.

-Lo digo porque hoy en día todo, o casi, funciona con baterías, cargadores, y dispositivos varios y lo mismo que no han visto nunca un reloj de cuerda o un zapatero remendón, puede ser que a estas alturas de la vida, tampoco sepan lo que es una pila.

Una de las niñas:

-Lo sabemos, se usan para el mando del televisor.

La empleada:

-Y para el Omron de tomar la tensión y para el reloj de cuco. No somos tan viejos, ‘Txispi’.

Estimo que debió contestarle más bien que no somos tan jóvenes.

Olvidaron mencionar las pilas para el transistor y poder escuchar la radio, un medio de comunicación puntual y directo, básico en el kit de supervivencia durante la II Guerra Mundial, propaganda retransmitida aparte.

Quiero suponer que la mayoría de las personas sintonizan emisoras mediante portátiles/móviles a través de internet o sistemas parecidos.

Malpensando: ¿y si el “sucedido” ha sido provocado para promocionar la venta de kits de supervivencia?

De cualquier manera, cobra sentido esa frase recurrente de “ponerse las pilas” cuando consideraba que estaba ya desfasada.

Tal vez sea hora de pedir tiempo muerto para cambiar las pilas gastadas y replantearnos las soluciones a aplicar para los problemas antes y no después de que surjan gracias a los avances tecnológicos.

Agustín Ruiz Larringan, herritar aktiboa.