Durangoko Energia Komunitatea
Durangoko Udala
Amorebieta-Etxanoko Udala
Santos Arriandi

Nos puede ocurrir

Si cuando uno se pone a repasar los momentos más memorables de su vida se mirase fíjamente al espejo, se encontraría con una cara de estúpido que han sido los demás quienes han podido observarla en alguna ocasión hasta entonces.

Por ejemplo, el día que se me ocurrió pensar lo que sentiría metiendo dos dedos de mi mano en otros tantos bornes del enchufe de la pared. Curiosidades de la niñez.

Es un trago superable a lo que le pasa a uno cuando tiene el estómago revuelto y siente naúseas. Solución, por muy asquerosa que le parezca al respetable lector: meterse ese mismo par de dedos hasta la campanilla y provocar el vómito. -Ni se te ocurra dentro del buga, colega-. Después te tomas una manzanilla y se queda uno increíblemente relajado.

Imagino la cara de bobo que se me vió cuando saludé a una persona que creía haber reconocido y al acercarme más a ella no era tal.

¿Cómo te quedas cuando vas a pagar algo y te das cuenta de que no llevas dinero suficiente? ¿Y qué cara se le pone al tendero cuando te devuelve los cambios de 20,- ???uros cuando tú le habías entregado 50 y le reclamas?

No te digo nada si en mitad del pueblo alcanzas por detrás al coche que circula delante de ti. ¡Un espectáculo! Lleno de rubor, te apeas y observas los desperfectos: has causado una notable avería a tu propio vehículo, y sin embargo el otro conductor ni siquiera tiene un rasguño en el suyo. Te dice socarronamente: -¡vaya descuido! , pero por mi parte no te preocupes, porque no ha sido nada-. Respiras tranquilo unos segundos, hasta que algún espectador, conocido tuyo, se te acerca y te comenta: -¡menuda avería has hecho!, ya puedes preparar la cartera. Te dan ganas de estrangularle, ¿verdad?.

Corrimos por las vías con unos tableros que hurtamos en la desaparecida fábrica de Olma, para hacernos una caseta. Después de montarla vino Dña. Concha (d.e.p.) y nos dijo que debíamos devolverlos. ¡Y una mierda! Cualquiera regresaba allí con cara de arrepentido a entregar aquellas maderas. Así que, al día siguiente, tuvimos que confesar nuestro pecado al cura, en la iglesia de los jesuitas. Nos puso la penitencia de un padrenuestro y tres avemarías. Asunto resuelto y a disfrutar de la caseta.

¿Y las tonterías que hacemos por amor, o por algo que creemos lo es? Innumerables. Desde comprarte un perro a dejarte bigote. Jugar tú sólo al ajedrez por las dos personas, cambiando de silla y sentándote en la de enfrente a cada movimiento de ficha. Apuntarte al mismo gimnasio o academia de inglés que ella. ¡Qué ilusión la del machito cuando te encuentras tirada en la carretera a una despampanante rubia que tiene que cambiar una rueda pinchada y te solicita ayuda! Lo único que conseguirás es mancharte las manos, con un 99% de posibilidades de que no consigas su número de teléfono. Pero-¡gracias, majete!-

Ahora camino por la calle y en una esquina me encuentro con un joven. Es él quien con una mirada huidiza y una gorra en el suelo, me pide que alivie su pena a través de un cartón escrito que dice ???Bankia me dejó en la calle???. Más adelante, junto a una agencia de seguros, hay otra persona, más entrada en años, sentada sobre el frío mármol, que lleva su cruz y dice ser ???un desahuciado basko sin recursos???. Doblo la esquina para pasar por el pórtico de Santa María y una señora con unos pelos lacios pero bien recogidos exhibe otra leyenda tal que, ???ayuda para comer???.

¿Hasta qué punto es soportable pasar por este trance?

Las inolvidables anécdotas narradas más arriba son bagatelas ante este tipo de situaciones, que cualquier Gobierno de un supuesto Estado del bienestar debería abortar a la mayor brevedad posible. Aplicar esta sacrílega palabra y sus consecuencias es el acaso de unos individuos empeñados en que los nonatos salgan a la luz y contemplen el triste panorama de los ya nacidos que no pueden vivir dignamente.

Agustín Ruiz Larringan, herritar aktiboa.

Artículos: 194
1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (Sin valoración)
Cargando...

durangon.com webguneak ez du uzten gorrotoa, mespretxua edo diskriminazioa sustatzen duten edukiak argitaratzen, jaiotza, arraza, sexu, erlijio, nazionalitate, iritzi edo bestelako inguruabar pertsonal edo sozialengatik.

Izen propioei erreferentzia egiten dieten eta ohorerako eta intimitaterako eskubidearen aurkako iruzkinak ezabatuko dira. Irain eta iruzkin guztiak ere zuzenean ezabatuko ditugu, baldin eta iraingarriak, kalumniatzaileak edo indarreko legeria hausten badute.

Gehiago irakurri


durangon.com no permite la publicación de contenidos que de forma manifiesta fomenten el odio, el desprecio o la discriminación por motivos de nacimiento, raza, sexo, religión, nacionalidad, opinión o cualquier otra circunstancia personal o social.

Se eliminarán todos los comentarios que hagan referencia a nombres propios y atenten contra el derecho al honor y a la intimidad. También borraremos directamente todos los insultos y los comentarios que puedan resultar injuriosos, calumniadores o que infrinjan la legislación vigente.

Leer más

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Artículos Relacionados