Madalena, Mari y las Femen

Sigue su marcha el calendario festivo veraniego: muchas fiestas locales de la Madre de Jesús, que dicen que fue Virgen, una de su prima Santa Isabel, ahora la de su madre Santa Ana… y !menos mal! una de una tal Madalena que parece que llevó una vida un tanto fuera de la ley y a la intemperie…

Una pena que con la irrupción del cristianismo en Europa y en Euskadi, nuestra Mari Anbotokue se haya quedado fuera del calendario de fiestas…

Al menos este año el iruñarra San Fermín ha sacado su capa para hacer un quite a las mujeres que son atacadas por “salidos” más peligrosos que los miuras de los encierros. Que ya le vale a San Fermín, tantos quites a los mozos ante los astados, y a la hora del peligro para las mujeres, dormir a pierna suelta…

Porque la calle es de todos y de todas, un espacio para la amistad, el intercambio, el respeto mutuo y el buen rollo. Sobre todo en fiestas. Un espacio para la moral, pero no para la moral estrecha y machista que algunos vienen imponiendo desde siglos atrás, sino para la moral que se asienta y fundamenta en la libertad de cada uno para moverse a su aire, siempre sin molestar.

De manera que tal vez habría que recuperar las fiestas de Mari Anbotokue, la de antes del cristianismo, y potenciar las de Madalena que, aparte su fiesta de Otxandio, se ha quedado apenas con un espacio mínimo en el arrabal de Durango donde tiene su ermita.

Vale que las mujeres asuman protagonismo con sus ferias agrícolas, sus danzas tradicionales y sus productos ecológicos y labores de cosido y bordado. Como de costumbre, dando espectáculo o dedicadas a sus tareas domésticas…

Frente a tantas fiestas de María Madre de Jesús, alguna que otra dedicada a esas otras mujeres que vivieron en la calle o se movieron en sus “amillenas” de monte en monte por toda Euskalherria, quizá serían bien recibidas por el personal. Justamente Madalena, la santa olvidada que vivió según dice el Evangelio en libertad, muy en la calle, que provocó tsunamis y encendió hogueras en varones respetables, derramó perfumes a lo loco sobre los pies de Jesús de Nazaret, justamente ella se nos ha quedado medio arrinconada.

Y nos han presentado por activa y por pasiva santas mujeres en sus labores, o con su niño en brazos, o torciendo la cabeza en actitud sumisa y contemplativa de no sabemos exactamente qué…

No es que las Femen exhibicionistas y provocadoras representen exactamente lo que muchas sueñan alcanzar, pero tampoco viene mal un poco de antisistema en este universo de señores y siervas.

Y el capote de San Fermín paseando por toda las gaupasas al acecho de desmadres incontrolados…

Honorio Cadarso es periodista