“La movida económica española”

Pedro Almodóvar fue uno de los referentes de la ???Movida Madrileña??? y es uno de los símbolos de la cultura española en el extranjero. Por ejemplo, Almodóvar siempre ha dicho que en Francia se le entiende mejor que en España y que la gente y la crítica le tratan mejor, porque según él, escriben con menos prejuicios.

De Almodóvar me acuerdo cuando a mis manos cae un documento del Senado de Francia titulado, ‘La movida económica española’. Demasiado original para un documento político, público y oficial, pienso; pero efectivamente, un título sin prejuicios y mucho más sugerente que el típico, ‘Análisis de la situación económica española’.

Resulta que una delegación de la Comisión de Asuntos Europeos del senado Galo viajó hace unas semanas a España, para analizar su crisis económica y financiera. Entre vecinos, el miedo se extiende como la gripe, y ya saben, los franceses están interesados en conocer la salud de los españoles por si tienen que poner sus barbas a remojar.

¡Por fin alguien ajeno a esta movida nos explica su punto de vista! Sin prejuicios ni sesgos. Os explico a continuación el resumen de su contenido, el relato de la crisis, haciendo un puñado de referencias cinematográficas conocidos por todos.

El Plan Marshall español. Durante la transición, la economía española recurre a los fondos de ayuda europeos para alcanzar un nivel extraordinario de crecimiento. Desde 1986 hasta 2010 la Unión Europea invierte más de 211 billones de euros. España consigue ser el país europeo con más autopistas y líneas ferroviarias de alta velocidad. 4 de cada 10 kilómetros de autopista, por ejemplo, son financiados con las ayudas europeas.

La Belle Epoque de la economía española. De las ayudas europeas como fuente de financiación se pasa, a partir de la crisis de mediados de los 90, a financiar la inversión mediante el crédito. Se accede a la zona euro y se fomenta el consumo interno, así como al crédito fácil. España se convierte en la quinta economía europea. 

Mas madera, más ladrillo. Entre 1995 y 2008, la población española crece, de 40 millones se pasa a 46. La aspiración cultural española de poseer un piso en propiedad alimenta otra pata del motor económico hispano: el ladrillo. Por ejemplo, España construye entre 2005 y 2007, 800.000 pisos al año, más que Italia, Alemania y Francia juntos. La demanda de alojamientos anuales es de 350.000.

La caída del imperio español. La burbuja inmobiliaria contribuye a que los bancos tengan entre sus activos propiedades inmobiliarias, o sea, pisos. Pero la crisis mundial es una espiral que afecta al consumo, a la producción y por consiguiente, a la financiación. Los bancos y las cajas retroceden en nivel de solvencia y la economía española siembre dudas en el mundo, que se pregunta si el país podrá financiar sus gastos; o dicho de otra manera, su despilfarro y modelo económico. Llega el ataque a la deuda soberana.

Lo que el ladrillo se llevó. España se apresura a reconducir su caída: primero fueron los Planes E; luego los planes de ahorro; después serán las fusiones de las cajas. El informe apunta, sin embargo, que la solución podría llegar desde el I+D+i, la asignatura pendiente. ???España es una industria de imitación, con sólo 2.277 patentes en 2008, contra 17.308 en Alemania, 10.801 en Francia y 2.509 en Polonia. España se sitúa en el puesto 118 entre 178 países en materia de creación y lanzamiento de empresas???, dice el informe. Olvidémonos, pues, del ladrillo.

Concluyo, a modo de resumen, con otra cita cinematográfica: Suspiros de España (y Portugal)???

Julen Orbegozo kazetaria da