Gila, Los Morancos y ETA

Gila coge el teléfono y marca. Al otro lado del hilo telefónico, uno de los Morancos responde:

– ¿Diga?

– Hola. ¿Es la Guardia Civil?

– Sí, es la Guardia Civil.

– Nada eh, sólo que somos los de ETA y queremos entregar las armas…

– ¡Hombre los de la ETA! ¡Cuánto tiempo sin noticias! ¿pero cuántas van a entregar?

– Pues, de momento, unas cuantas.

– Oiga, pero ¿cuántas son unas cuantas? Porque a ver si me entienden, si hay que ir se va, pero ir pa na es tontería.

– Pues son pocas, pero es que ya como que nos estorban y no las vamos a usar.

– Oiga pues no se crea, casi seguro que nosotros tampoco las vamos a usar.

– Ya, pero es por todo el rollo del desarme y eso, que si no no se creen que lo vamos a dejar.

– Ah vale. ¿Pero cuántas van a dejar?

– Pues unas cuantas.

– Pues para dejar unas cuantas… porque a ver si me entiende… no es por no ir, pero ir pa cuatro pistolas es tontería. Que no es porque no queramos que dejen las armas eh… pero ir pa na….

– Pero es que tampoco tenemos muchas más…

– Pues llame dentro de 2 días, que el jefe está de vacaciones, y hablan entre ustedes de esto. Que a mí no me pagan para estas cosas…

2 días más tarde…

– ¿Diga?

– Hola. ¿Me pone con el jefe?

– El jefe ahora no está, está abajo tomando café.

– Somos los de ETA.

– ¡Coño, los de ETA! Mira que sois pesados…

– Era por el tema de dejar las armas.

– Tranquilos. Que me ha dicho que cuando llaméis os diga que pa cuatro pistolas mejor se pasan los gabachos y lo arregláis con ellos. A ver si me entiende eh, no vayamos a tener mal entendidos. Que no es por no ir… pero ir pa na como que es tontería.

– De acuerdo.

– ¡Ah! Y que me ha dicho mi suegra que cuando volváis a llamar os diga que ya va siendo hora de que dejéis las armas de una puñetera vez, hombre, que no hacéis más que marear la perdiz.

Julen Orbegozo kazetaria da