La brecha de la desigualdad crece

Un 8 de marzo de 1857, un grupo de obreras textiles tomó las calles de Nueva York para protestar por las míseras condiciones en las que trabajaban. Falta poco más de una semana para un nuevo Día Internacional de la Mujer y es triste decirlo pero, 157 años después, tendremos que volver a tomar las calles para denunciar que seguimos siendo el colectivo más castigado por los recortes en prestaciones y derechos.

Según los últimos datos a los que he tenido acceso, la brecha salarial entre hombres y mujeres alcanza casi el 23%. Así es nada. Tenemos que trabajar 84 días más al año para ganar lo mismo que un hombre. En cuanto al desempleo, es más corto y peor retribuido que el de los hombres.

Qué decir de viudas y pensionistas. Siempre lo han pasado mal y, ahora, con la subida del IVA y el encarecimiento general de los servicios, muchísimo peor.

Parece que las mujeres tenemos cada vez menos razones para celebrar el 8 de marzo y cada vez más razones para protestar airadamente. Cada vez nos ahogan más. Los ejemplos son claros: los recortes del PP en Sanidad, Educación y Dependencia, la reforma laboral que ha dejado en el paro el doble de mujeres que hombres, la reforma de la ley de salud sexual y reproductiva e interrupción voluntaria del embarazo…

Son recortes que nos afectan a todos, pero especialmente a las mujeres. Y más si tenemos en cuenta que la sobrecarga de trabajo que provocan recae también en nosotras y limita nuestras posibilidades de acceso a un empleo remunerado. Todos los días son 8 de marzo y no debemos olvidarlo. Todos los días debemos seguir luchando por una igualdad de derechos y de oportunidades que cada vez es menos real.

Pilar Ríos es concejala en Durango (PSE-EE).