Euskadi verde, pero menos

Ahí es nada, Gasteiz, además de capital de Euskadi, dicen que será en el año 2012 ‘Green Capital’ o sea Capital Verde Europea; y con Gasteiz, todos los ciudadanos de Euskadi nos sentimos honrados con ese título que premia nuestros desvelos y logros en pro de un medio ambiente respirable, vivible, confortable. Levantemos nuestra autoestima, no estamos tan mal como creíamos en materia ecológica! Un periodista abre su reportaje sobre el tema con este “aleluya”, con este cohete  festivo: “Euskadi camina firmemente hacia la sostenibilidad”. !Bravo!

Pero luego vienen las matizaciones: la industria ha llenado el territorio de polígonos y pabellones industriales, el transporte contamina más de lo deseable, los ríos no bajan limpios, andamos muy atrasados en energías renovables, algunas ciudades de tradición industrial claman por medidas sostenibles. Y lo peor quizá “no se logra reducir la artificialización y la fragmentación de la naturaleza”; en cristiano, cada vez hay más suelo asfaltado o encementado o construído y menos césped, bosque y praderas. En pocos años hemos pasado de un 5.5% de territorio cubierto por asfalto o por hormigón a un 8%. Y demos gracias a la crisis que ha frenado muchos proyectos industriales y de construcción, porque al paso que íbamos antes de la crisis, habríamos rebasado con creces ese 8%.

La industria que en otros tiempos se situaba en las afueras de las tres capitales vascas, Gasteiz, Donosti, Bilbo, ahora se ha desperdigado por toda la geografía vasca; son 57.322 hectáreas robadas al medio natural.  Con ello, las tres capitales vascas han ganado en salubridad, estética, ecología, gracias a que han podido descargar todas sus inmundicias a lo largo y ancho de toda la geografía vasca. Bilbao no está ya como en los viejos tiempos negro de hollín, ni respira humos de mil chimeneas, y sus muelles antaño de mineral de hierro, carbón y chatarra son hoy coquetos paseos. Ha mejorado mucho con su Metro, mientras que Gasteiz cuenta con un servicio de tranvías envidiable.

Y uno se pregunta si los responsables europeos de medio ambiente serían capaces de dar el premio que han dado a Gasteiz al conjunto de la Comunidad Autónoma Vasca: Sería bonito poder lucir este letrero “Euskadi, Buque Insignia de la Europa Verde”. Tenemos tres ciudades verdes, y un territorio donde el aire, el agua de los ríos, andan al límite de lo tolerable, donde el CO2 supera los límites de lo soportable, etc. etc.

Uno lee los datos positivos de las estadísticas oficiales, que dicen que estamos dentro o casi dentro de lo permitido. Uno entra en Bilbo y lee en el cartel que le saluda al entrar “Estado del Aire, bueno”,  todo está bueno, todo está sano. Teóricamente en Euskadi los niños no deberían pasar bronquiolitis ni irritaciones de garganta.

Nos van a construir un AHT o un AVE para el servicio de Bilbo, Donosti y Gasteiz. Nos ocuparán un tanto por ciento de territorio más con líneas férreas, túneles y viaductos, sembrarán por valles y montañas decibelios a mogollón, y cableado eléctrico.Y uno se pregunta qué atenciones reservan nuestros responsables políticos para el resto del territorio, para las pequeñas ciudades como Durango o Amorebieta-Etxano o Eibar o Azpeitia, y para los pequeños o medianos pueblos, que no sea el de servir de camarote, almacén y trastero de esas hermosas y bien cuidadas grandes ciudades.

Y uno se pregunta por qué los ciudadanos de Euskadi escapan cada viernes por la tarde a la Rioja, a Cantabria, a Asturias, si aquí pueden vivir en plena naturaleza casi sin salir de casa… Y sin embargo, salimos a nuestras comunidades vecinas como mendigando en plan pobre una limosna de oxígeno, silencio, ríos de aguas limpias, praderas verdes, campos de mieses y viñedos y pájaros cantores. Porque en Renta per cápita y PIB somos los mejores, pero en ecología ya es otra cosa…

Honorio Cadarso es periodista