Escuchar para decidir

“El pueblo manda, el gobierno obedece”. Así recitan los carteles en los territorios zapatistas en rebeldía, que afirman que el pueblo es (y debe ser) realmente el gobernante que dirija el devenir de la sociedad.

“O povo é quem mais ordena, dentro de ti, ó cidade”. De esta manera reza la canción Grândola, Vila Morena, canción que sirvió como señal para que el pueblo se levantara en Portugal contra el dictador Antonio de Oliveira Salazar, dando inicio a la Revolución de los claveles.

“Government of the people, by the people, and for the people”. Así arengó Abraham Lincoln a los presentes en su famoso discurso de Gettysburg, reclamando que la gente sea motor de los gobiernos que ellos mismos han elegido.

Experiencias revolucionarias, canciones que anhelan libertad y discursos reclamando democracias reales. Ilusionantes todas ellas, pero que al mismo tiempo, parecen lejanas. Dan la sensación de hablar de grandes acontecimientos, hitos que cambiaron la historia. Y en parte, es cierto, mas solo en parte.

El pueblo zapatista, el portugués o el estadounidense no son tan diferentes del nuestro. Las mismas inquietudes de ver que su voz es escuchada, de sentirse parte de las decisiones, de trabajar para mejorar su pueblo inquietan a las gentes de Durango. Y eso lo estamos viendo en las asambleas de barrio que desde EH Bildu estamos llevando a cabo. Hemos visto cómo lo que es escepticismo se torna poco a poco en ilusión y ganas de aportar. Que la gente, realmente, necesita ser escuchada y está deseosa de arrimar el hombro.

Es normal que al principio la gente sea recelosa cuando se le habla de participación ciudadana y poder popular. Han sido experiencias usurpadas por quienes gobiernan y les han hecho creer que la democracia y la participación se reducen a votar cada no sé cuántos años. Y tristemente, el mantra ha llegado a hacer mella.

Pero ya es hora de cambiar todo esto, es hora de que la ciudadanía reclame cotas de decisión, cotas de poder, de repartirlo todo entre todas y todos. Por esa razón en este primer año de legislatura hemos hecho 4 asambleas de barrio y seguiremos yendo a los barrios, esos barrios en los que nosotras y nosotros mismos vivimos, para que la sabia voz de la gente que hasta ahora ha sido silenciada se pueda escuchar con claridad dentro de los demasiado grandes y gruesos muros de ese bunker que tenemos por Ayuntamiento.

Es por ello que presentamos un borrador de ordenanza de participación ciudadana, tras trabajarla con la gente y que meses después de ser presentada en el ayuntamiento empieza a discutirse. Para que la participación popular no sea patrimonio de nadie y para que nadie pueda utilizar la participación bajo etiquetas políticas. Para que las asambleas de barrio sean foros permanentes y la ciudadanía pueda participar en el día a día de la vida municipal.

Porque para intentar solucionar problemas, primero hay que conocerlos. Porque para hablar, primero es importante escuchar. Porque para decidir, es fundamental consensuar.

Aritz Bravo Durangoko zinegotzia da (EH Bildu)