El gas natural y el lío montado

La guerra es la guerra, pero la economía tiene otro talante. Europa y el “guardián del mundo”, EE.UU, han impuesto a Rusia con motivo de su invasión a Ucrania numerosas sanciones, cortapisas y boicots económicos como represalias a la misma, pero Rusia sigue suministrando gas natural a Europa porque para los rusos la pela es la pela (como dicen los catalanes) y para los europeos porque sin otro suministrador de gas a la vista dejar de consumir gas ruso sería como darse un tiro en la rodilla. Pero esta relación comercial tan importante para unos y otros ya que el 40% de las necesidades de gas en Europa está cubierta por los rusos, al igual que la vida, se ha tornado cambiante y le ha pillado a Europa sin un plan B para cubrir la contingencia producida y ahora de prisa y corriendo están buscando proveedores alternativos, pero no lo tiene – no lo tenemos – nada fácil ya que los principales productores de gas natural del mundo son los siguientes :

EEUU (9,2). RUSIA (6,8). IRAN (2,44). QATAR (1,78). CHINA(1,78). CANADÁ (1,73). ARGELIA (1).

(Los índices entre paréntesis indican la relación de las producciones de gas natural de cada país tomando como referencia unitaria a ARGELIA que produce 100 miles de millones de metros cúbicos anuales. Así para determinar la producción de cada país bastará aplicar una regla de tres simple, por ejemplo EEUU produce 920 miles de millones (lo que ellos llaman billones) de m3.)

Visto lo visto es evidente (después de verle las orejas, burro, que no caballo), que tener un proveedor con ese porcentaje no era la solución correcta, pero vaya en su descargo que la alternativa a corto plazo (y ahí si que ha “pecado” Europa) que la alternativa ni era ni es fácil porque poner gas natural en el mercado no es tan sencillo como abrir la llave de paso del yacimiento de gas y ¡ hale, a consumir !. Y no es así porque hacen falta para ello costosas infraestructuras, como por ejemplo el acondicionamiento del mismo y su conducción a los centros de consumo y para ello, no lo olvidemos, son necesarias tecnología y mucho, mucho dinero.

Así que repasemos la lista de presuntos proveedores. Con RUSIA fuera del mix de suministros, CHINA quedaría fuera por rojazos y porque casi toda su producción la emplean en autoconsumo, IRAN por estar vetadísimos por “el guardián del mundo”, QATAR ni ARGELIA no tienen actualmente capacidad para ese reto, de modo que solo quedan como suministradores potenciales EE.UU y CANADÁ pero…. estando ambos países al otro lado del Atlántico los suministros deberían hacerse en forma de GNL (gas natural licuado), lo que supone un notable incremento de coste derivado del proceso de convertir el gas en líquido para hacer así posible su transporte marítimo (más la contaminación resultante), otro capítulo para añadir a ese incremento en su coste y naturalmente su precio de venta, sin olvidar las instalaciones terrestres necesarias para recibir el GNL, almacenarlo y reenviarlo en estado ya de gas a los centros de consumo.

Llegados a este punto parece que la solución a medio plazo y largo plazo incluso, debería ser la de tomar como socios de referencia a ARGELIA y QATAR, pero ya se sabe que “mientras la hierba crece, el burro padece” de modo que nos acucia tomar postura a la voz de ¡ya!, y a ese respeto para dar con la solución que nos acucia habría que recurrir al gran Forges cuando recomendaba como ejercicio de agudeza visual, “adivinen en menos de 5 segundos quién sustituirá a RUSIA como suministrador de gas natural”.

¿Lo tienen ya ? . ¡Bingo !. Efectivamente será el “guardián del mundo” el suministrador elegido (en forma de GNL con lo que eso supone), país que una vez más no tira piedra que no rompa cristal, o lo que es lo mismo será una vez más el gran beneficiado de cuantos líos se produzcan, debidos a ellos o a las circunstancias.

PS. Un día después de haber publicado este escrito en mi  blog, Bruselas confirma que será el “guardián del mundo” quien suministrará el 30 % del gas que precisa Europa, con lo cual EEUU. habrá conseguido un doblete nada despreciable. Por un lado privar a Rusia de unos ingresos importantes (del orden de 260 millones de euros diarios) y por otro hacerse con el negocio de suministrador de un tercio de las necesidades de Europa. Y por si fuera poco el gas que nos venderá – en plan de solidario colaborador, tiene bemoles – además de ser notablemente más caro, resulta que estará obtenido por el método de fracking.

Rafael Hidalgo