Durangoko Energia Komunitatea
Durangoko Udala
Amorebieta-Etxanoko Udala
Santos Arriandi

De burbuja en burbuja

Acabamos de despedir un año entre efluvios de burbujas rojas y celebramos el nuevo con destellos que mudan al dorado… No nos referimos a tendencias en el consumo de cava o champán. Para nada. Aludimos a los nuevos y deslumbrantes mecanismos que las “fuerzas del mercado” se han sacado de la chistera para chuparnos la sangre.

Hablamos de que la colosal subida de la luz ha convertido su precio en oro y puede acabar por asfixiar a quienes los oropeles del ladrillo carmesí engatusaron con sus facilidades crediticias. Aunque la amenaza de ruina también se cierne sobre aquéllos que siempre estuvieron en crisis, con o sin hipotecas.

¿Y es que, cuánto sube por fin la tarifa eléctrica? Yo no lo tengo nada claro porque no me cuadran las cuentas. Un día dicen que lo que un café y al otro que un 9,8 % (como si de un señuelo de las rebajas se tratara: 999).

Pero la cosa no queda aquí. Suben los carburantes (a lo largo de 2010, un 13% la gasolina y un 18% el diesel, que como ha pasado a utilizarse de forma generalizada se encarece mucho más, ¡a ver si los consumidores de gasóleo se van pensar que son más listos que el mercado!) Sube la bombona de butano, un 3,1%. Sube el gas natural (3,9%). Sube… Sube…

¿Y los sueldos? ¿Y las pensiones? ¿Y el IPC? Los salarios, congelados en los últimos dos años, cuando no rebajados. Las pensiones se incrementan entre un 1,3% y un 2,3%, mientras la inflación escala hasta el 2,9%.

Con 600 euros de pensión mínima y 641,40 de salario mínimo, si hasta hace poco disponer de una vivienda era un lujo asequible, en adelante ducharse con agua caliente o encender un radiador pasará a ser algo prohibitivo. ¿Cómo sobrevivirán a este invierno las pobres viudas que ya estaban a verlas venir?

¿Y qué va a ser lo siguiente? Si nos fijamos, esos ignotos mecanismos que estrangulan nuestras economías y que los gobiernos aseguran que se muestran incapaces de controlar siempre van a tendernos sus trampas allí donde no tenemos escapatoria. Es sabido que el perverso mercado lleva meses, ya años, haciendo multiplicar silenciosamente los precios de los rubios cereales y elevando cada año el volumen de población condenada al hambre en el mundo. De momento, se trata de un drama ajeno a nuestras sociedades de la abundancia, pero al tiempo.

Podemos arreglarnos sin tener un piso en propiedad y se ha demostrado estos dos últimos años, en los cuales vamos ganando el pulso al negocio inmobiliario, que mantiene su atonía. Podemos prescindir de la telefonía móvil, otro sector donde abundan los contratos y tarifas abusivos a pesar de la presunta competencia. Pero hoy por hoy difícilmente podemos desenvolvernos sin luz, sin gas… sin los derivados del trigo.

Lo que sí es posible y podríamos empezar a hacer es a tomar conciencia de las muchas necesidades que nos hemos creado con ayuda de la publicidad y de la competencia insana entre unos y otros. Porque cuanto más acertemos a distinguir lo que nos sobra, mejor sabremos invertir en lo que de verdad precisamos y los especuladores lo tendrán más difícil para someternos a sus caprichos. Podemos y debemos hacerles frente con nuestra libertad y nuestras decisiones

Vivimos el fin de unos tiempos. Esperamos una Tierra nueva donde habite la justicia

Artículos: 140
1 Estrella2 Estrellas3 Estrellas4 Estrellas5 Estrellas (Sin valoración)
Cargando...

durangon.com webguneak ez du uzten gorrotoa, mespretxua edo diskriminazioa sustatzen duten edukiak argitaratzen, jaiotza, arraza, sexu, erlijio, nazionalitate, iritzi edo bestelako inguruabar pertsonal edo sozialengatik.

Izen propioei erreferentzia egiten dieten eta ohorerako eta intimitaterako eskubidearen aurkako iruzkinak ezabatuko dira. Irain eta iruzkin guztiak ere zuzenean ezabatuko ditugu, baldin eta iraingarriak, kalumniatzaileak edo indarreko legeria hausten badute.

Gehiago irakurri


durangon.com no permite la publicación de contenidos que de forma manifiesta fomenten el odio, el desprecio o la discriminación por motivos de nacimiento, raza, sexo, religión, nacionalidad, opinión o cualquier otra circunstancia personal o social.

Se eliminarán todos los comentarios que hagan referencia a nombres propios y atenten contra el derecho al honor y a la intimidad. También borraremos directamente todos los insultos y los comentarios que puedan resultar injuriosos, calumniadores o que infrinjan la legislación vigente.

Leer más

Deja una Respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

Artículos Relacionados