Celebramos la libertad sexual??? que esperamos

Durango celebra por primera vez en su historia el Día del Orgullo LGTB (lésbico, gay, transexual y bisexual) o de la Libertad Sexual. Y mucha gente se preguntará qué sentido tiene una conmemoración así viviendo como vivimos en una sociedad libre. Pues hay múltiples razones todavía.

Fijémonos, por ejemplo, que cuando hablamos de aceptar otras formas de sexualidad fuera de la convencional heterosexualidad se habla de “tolerancia”, es decir, de respeto a las elecciones ajenas. Y yo me pregunto: ¿Respeto, cuando todo el mundo tiene derecho a vivir su afectividad y la relación con su cuerpo como considere más conveniente? Ser homosexual, bisexual o transexual debería ser tan “natural” como ser heterosexual. De hecho, lo es y lo ha sido siempre. Aunque se haya ocultado y reprimido.

Pero la mayoría de la sociedad no lo ve de esta manera y, aunque la ley ampare formas de relación no mayoritarias, todavía demasiada gente es tremendamente agresiva hacia aquello que cuestione la “normalidad”.

En una reciente entrevista publicada por este periódico digital, el componente de Gaztehgam Markel Ganboa señalaba acertadamente que el lenguaje cotidiano está salpicado de expresiones homófobas. El ejemplo más claro es que “maricón” sigue siendo un insulto de uso corriente.

Este joven durangués recalcaba también que todavía hay adolescentes que ocultan su orientación sexual para no ser hostigados en los centros educativos o rechazados por sus amistades. O que no saben cómo revelar a sus progenitores sus preferencias afectivas.

Tenemos una de las primeras leyes de matrimonio homosexual en Europa, una norma largamente ansiada por los colectivos LGTB, pero que siete años después de su entrada en vigor no goza de consenso político. Tan es así que está recurrida por el PP ante el Tribunal Constitucional a instancias de la Iglesia, uno de cuyos máximos representantes, el obispo Reig Pla, tuvo la desfachatez de relacionar recientemente en una homilía homosexualidad con infierno y prostitución. Seguramente hablaría de la homosexualidad que él conoce, pero ahí están sus dardos envenenados. Frente a eso, la guardiana de las palabras, la Academia de la Lengua, le acaba de dar carta de naturaleza al matrimonio homosexual al incluirlo en su última actualización.

Todavía queda, pues, mucho por hacer hasta que las opciones sexuales minoritarias se puedan vivir con libertad. Conscientes de ello, han sido precisamente los jóvenes, esos de los que se dice que llevan una vida regalada y acomodaticia, quienes han organizado en Durango la Primera Semana de la Liberación Sexual. La iniciativa ha sido apoyada por el Ayuntamiento y otras asociaciones, lo cual es de agradecer por todo lo que supone de ayuda a la integración de la diversidad sexual.

El 28-J suele ser también momento de sonadas “salidas del armario”. Este año le ha tocado el turno al secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzabal, quien acaba de hacer pública su condición de gay, ya conocida en sus círculos más próximos, personales y políticos. Y destacados dirigentes de su formación se han apresurado a aclamarlo como a un héroe…

-¿Hablamos del mismo partido que ha presentado el recurso contra la ley del matrimonio homosexual, cuya vigencia pende de un hilo por tanto, y que ningún “popular”, ni gay ni heterosexual, ha pedido que se retire?

-¡Bingo!

Hasta ahí llega el cinismo de algunos.

Vivimos el fin de unos tiempos. Esperamos una Tierra nueva donde habite la justicia