“Me gustaría que mi voz sea la de todos los zornotzarras”

Hace años que Eneko Atxa no se pierde un txupinazo de las fiestas del Karmen. En esta ocasión lo vivirá en primera persona al haber sido designado para dar mañana el pistoletazo de salida a los festejos. A pesar de su ocupada agenda siempre reserva un hueco para actos como el concurso de marmitako. “Rara vez he faltado”, destaca este reconocido chef que, a través de su cocina, se ha convertido en uno de los mejores embajadores de Amorebieta-Etxano.

-¿Te esperabas el nombramiento?
-No, me pilló de sorpresa, pero para mí va a ser un honor ser el pregonero. No va a ser mi voz la que se escuche en el balcón del Ayuntamiento, sino que me gustaría que fuera la de todos los zornotzarras. Teniendo en cuenta que he sido un disfrutón de las fiestas desde bien crio y que para mí tienen unas connotaciones positivas, es una responsabilidad pero algo muy bonito también.

-¿Vas a estar acompañado por alguien en el balcón?
-No lo he pensado todavía. Como vivo en una vorágine de ajetreo constante no me lo he planteado todavía, pero sería bonito que la familia y los amigos también me acompañen.

-¿Cómo vas a vivir este 15 de julio?
-Yo siempre he sentido la víspera del Karmen como un día en el que todo el mundo está al pil-pil. Todos estamos con la excitación y los nervios previos al pistoletazo de salida de unas fiestas que son largas, intensas y muy bonitas.

-¿Alguna idea sobre el pregón?
-Todavía no he pensado por dónde voy a tirar, pero seguramente el texto salga desde el corazón, que es lo más fácil y lo más autentico.

-De pequeño vivías enfrente del Ayuntamiento. ¿Preferirías ver este año el txupinazo desde casa o entre la multitud que se aglutina en la plaza?
-Ya que me das a elegir, el sueño que no es alcanzable hoy en día sería vivirlo desde la casa donde viví de crio y con las personas que vivían conmigo. Eso sería algo perfecto.

Tengo claro que podemos seguir expandiéndonos y tratando de internacionalizarnos al máximo nivel, pero mi lugar está donde ha estado siempre y es aquí, en Amorebieta

-¿Qué destacarías de la programación?
-Yo soy padre, hijo, marido y amigo en este pueblo y la programación de las fiestas me permite disfrutar de todas esas facetas.

-¿Qué actividades de las fiestas tienes marcadas en rojo?
-Todas, pero alguna de ellas la tengo más señalada. Como el día de Santanatxu, que es especial para mí, pero también la víspera del Karmen, el marmitako, la tamborrada… Cada día tiene un aliciente.

-Uno de los actos más multitudinarios de las fiestas es el concurso de marmitako. ¿Qué opina un experto cocinero de un festejo así?
-Nos hemos ido dando cuenta de que la gastronomía es una herramienta perfecta que busca la unión de las personas mediante la cultura, en este caso gastronómica. Y buena imagen de ello la damos el día del marmitako con la participación de tantas cuadrillas. Creo que es un buen reflejo de lo que somos en Amorebieta.

Un plato refrescante-caliente

-Si las fiestas de Amorebieta fueran un plato de los tuyos, ¿cómo lo visualizarías?
-Sería un plato refrescante caliente con forma redonda. Y también como son mis menús: largos pero estrechos (risas).

-Llevas toda la vida entre fogones. ¿Cuándo estudiabas hostelería en Leioa pensaste alguna vez que llegarías a tener tanto prestigio y reconocimiento?
-No, no suelo pensar mucho en lo que va a venir. Me gusta más construir el día a día que imaginar lo que pueda ser el futuro.

-¿Cuál crees que es la clave de tu éxito?
-La constancia, el rodearme de equipos de personas válidas y comprometidas. También trasladar la pasión que tiene uno por hacer felices a los demás, ya sea desde un fogón o desde cualquier otra disciplina. Siempre hay que sentir que tenemos todo por hacer.

Mi lugar está en Amorebieta

-Tres estrellas Michelin, un nuevo restaurante recién inaugurado, tu expansión a Londres y Tokio… Aun así, sigues viviendo en este pueblo.
-Sí, y la verdad que no me veo en otro lugar del mundo. Tengo claro que podemos seguir expandiéndonos y tratando de internacionalizarnos al máximo nivel, pero mi lugar está donde ha estado siempre y es aquí, en Amorebieta.

-¿Qué más te queda por hacer en el mundo de la gastronomía?
-Todo está por hacer. No hemos hecho más que empezar. Cada día es un reto nuevo y hay algo distinto por descubrir y compartir. Nuevos retos por conquistar.