“Me gusta que puedan ver en mi casa lo que hago en Musikene”

Con tan sólo 21 años, la zornotzarra Agate Amilibia Garai participará mañana por primera vez en el ciclo Eleizetan. La iglesia San Miguel de Bernagotia será testigo, a partir de las 12.15 horas, de la actuación de un cuartero y un sexteto formados por alumnado de Musikene. Hasta el momento, es el concierto “más serio” que ha ofrecido esta chelista en Amorebieta-Etxano, a pesar de que también tocó en el recital benéfico por Haití o en el acto en recuerdo de las víctimas de la Guerra Civil y el Franquismo.

-¿Con cuántos años comenzaste a tocar el violonchelo?

-Con seis años, aunque ya llevaba desde los tres años en la academia de Ana Rosa. Nos enseñaban canciones para que fuéramos cogiendo nociones de música.

-¿Por qué te decantaste por ese instrumento?

-Básicamente porque a todo mi entorno, a la familia y a mi profesora de música, les gustaba ese instrumento.

-Tu entorno está muy relacionado con la música.

-Mi ama también estudió con Ana Rosa y mi aita es profesor de txistu en Musikene. En mi casa siempre ha habido música.

-Además del violonchelo, ¿tocas algún otro instrumento?

-Sí. El piano complementario es obligatorio para todos los instrumentos que son monofónicos, que solo pueden hacer una voz, por lo que te obligan a tener nociones básicas de piano, que es el instrumento polifónico más común.

-¿Te planteas tocar algún otro instrumento?

-Quiero hacerlo, pero ahora no puedo. Me gustaría tocar el trombón.

Txistu no

-¿El txistu no ha sido una opción?

-No jajaja, no me deja aita. Supongo que él conoce muy bien ese mundo y no quiere que yo me meta ahí. Mejor un instrumento internacional como el violonchelo.

-¿Cómo continuaste tu formación?

-Después de estar en la academia de Ana Rosa haciendo solfeo, chelo y piano, ella pasó a la Música Eskola y allí continué haciendo piano, armonía y análisis y orquesta. Las clases de violonchelo las seguí en Bilbao.

-Ahora estás en Musikene. ¿Es lo que esperabas?

-Sí, estoy en cuarto curso. La formación es como esperaba, aunque como yo no estuve en un conservatorio de grado medio, también ha resultado novedoso.

Haizetara tiene un rollo más veraniego y le da al pueblo una vida que impresiona

-Acabas este mes tus estudios, ¿qué tienes pensado para después?

-Tengo pensado hacer un máster en Santiago que está enfocado a estudios orquestales, que es por donde quiero tirar. Me interesa el mundo de las orquestas.

-Al margen de las de Musikene, ¿en qué agrupaciones estás a día de hoy?

-He tocado en la BIOS Orkestra, estuve de becaria en la Orquesta Sinfónica de Euskadi y fija estoy en la Joven Orquesta de Euskal Herria.

Abrir las mentes

-¿Qué supone para ti tocar en Eleizetan?

-En ermitas he tocado muy pocas veces y resulta difícil, porque la sonoridad es muy complicada. Tiene mucha reverberación y no es fácil calcular cómo tocar en un sitio así, pero al mismo tiempo en un reto. Lo que más me gusta es que toco en casa. Aunque no es la primera vez, sí es la actuación más seria. Me gusta que puedan ver en mi casa lo que yo hago en Musikene.

-Como zornotzarra, ¿qué te parece el ciclo de conciertos de cámara en ermitas e iglesias?

-Me parece ‘superbién’. Son conciertos cortitos, amenos, con todo tipo de música y abre un poquito las mentes de la gente.

-En unas semanas arrancará Haizetara en Amorebieta. Un formato musical completamente diferente.

-Sí. Haizetara tiene un rollo más veraniego y le da al pueblo una vida que impresiona. En Haizetara nos gusta salir a la calle.

-Profesionalmente, ¿cómo te planteas tu futuro?

-Lo ideal sería conseguir una plaza en una orquesta, pero es algo muy difícil.