La Diputación ha invertido 14 millones en reforzar la seguridad de la red vial local

La Diputación ha invertido 14 millones de euros en los últimos años en obras dirigidas a mejorar la seguridad, la movilidad y la accesibilidad de la red vial de Durango. Dentro de este plan de actuaciones se ha incluido la rotonda que se va a ejecutar en la variante, justo en el punto donde desemboca el acceso desde San Roke. La diputada de Obras Públicas, Itziar Garamendi, y la alcaldesa de Durango, Aitziber Irigoras, firmaron ayer el convenio urbanístico que regulará la construcción de esta glorieta. 

Tal y como apuntó Garamendi, esta obra va a generar “una notable mejora” en la seguridad vial de la BI-623 ya que “calmará” el tráfico y obligará a reducir la velocidad de los vehículos que acceden a ella. Este proyecto mejorará además las condiciones de accesibilidad peatonal en esta zona al ir acompañado de una acera, desde la rotonda a la pasarela peatonal de madera que hay en la circunvalación, y de un tramo de bidegorri que también discurrirá en paralelo a la carretera.

Para poder construir la rotonda, con un diámetro de 20 metros, el Ayuntamiento se ha visto obligado a negociar con los propietarios de unos terrenos próximos. “Por decirlo de alguna manera, nos tendremos que ‘comer’ un trozo de monte”, destacó Irigoras. El plazo de ejecución de todos estos trabajos será de 16 meses, aunque se desconoce la fecha de inicio. “El coste global de este proyecto superará los 4 millones y nosotros tenemos que buscar aún la financiación de lo que nos toca pagar, que será un millón pasado. De momento hemos incluido una partida con esa cantidad en el borrador de presupuestos que hemos elaborado”, agregó la munícipe.

La Diputación aportará 1,8 millones y el resto, los promotores de los sectores residenciales San Roke y Kabilduoste. “Son cargas imputables a esas dos urbanizaciones”, señaló Irigoras, en referencia a las parcelas que se ubican a ambos lados del acceso a la variante desde San Roke y donde se construirán viviendas en un futuro. Los dueños de estos terrenos asumirán, de hecho, el coste del paso peatonal que se construirá por debajo de esa carretera para unir las dos urbanizaciones.