El primer ‘funeral laico’ será mañana y recordará a una promotora de estas ceremonias

El primer ‘funeral laico’ que se celebrará en Durango servirá para recordar a una de las impulsoras de este tipo de ceremonias. El homenaje a Itziar Ezkerra, que murió el pasado día 4 a consecuencia de un cáncer, con 67 años, se celebrará mañana a las 12.30 horas en el Elkartegi.

Ezkerra y Bitori Ruiz Bikandi se unieron hace cerca de dos años para posibilitar que las personas no religiosas pudieran ser despedidas en un lugar “digno”. La idea surgió a través de un artículo en el que la vecina de Durango Marisa Barrena reivindicaba este tipo de ceremonias. Hasta ese momento, los contados entierros civiles celebrados en Durango habían tenido como escenario el cementerio o el tanatorio, espacios que no consideraban adecuados.

En ese momento, Itziar Ezkerra ya estaba enferma y deseaba que la propuesta se tramitara cuanto antes. Una moción de Aralar aprobada por el Pleno de Durango en marzo de 2011 estableció por fin las condiciones para celebrar estas despedidas. Los lugares que se ofrecen para acogerlas son el Elkartegi de Landako, en primer lugar, y otros espacios municipales si están libres.

Trabas burocráticas

Pero organizar el primer ‘funeral laico’ de Durango ha resultado mucho más difícil de lo esperado. El pasado mes de diciembre, Ruiz Bikandi empezó a interesarse por la posibilidad de organizar una despedida civil para Itziar. Señala un tanto molesta que se encontró con la sorpresa de que los funcionarios municipales no sabían nada del asunto. Tras ponerse en contacto con el portavoz de Aralar y parlamentario de EH Bildu, Dani Maeztu, este investigó y les aclaró que el principal escollo radicaba en que el acuerdo no se había publicado en el Boletín Oficial de Bizkaia (BOB).

La ausencia por vacaciones navideñas de algunos empleados municipales retrasó aún más los trámites y el BOB no recogió el acuerdo hasta el pasado día 3 de enero. Itziar Ezkerra falleció un día después.

Sin impresos

Las trabas no acabaron aquí. El Ayuntamiento tampoco disponía de impresos oficiales donde realizar la petición. Finalmente la solicitud se rellenó en un folio en blanco. El permiso municipal para celebrar la ceremonia les llegó ayer a los organizadores. El último contratiempo fue que en el Elkartegi sólo se les dio opción a utilizar una sala con cabida para 120 personas y creen que se quedará pequeña pues “Itziar tenía cantidad de conocidos en muchos ámbitos”.

Itziar Ezkerra, que toda su vida ejerció de profesora, se dedicó tras su jubilación a colaborar con todo tipo de causas. Echó una mano en Cáritas durante mucho tiempo y últimamente impartía clases de castellano y matemáticas a los inmigrantes acogidos por los Jesuitas. En su momento también se implicó con Elkarri. “Era una persona muy, muy especial”, señalaba anoche una emocionada Ruiz Bikandi.

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