El PNV afirma que el informe del Tribunal de Cuentas avala su gestión de 2009

El equipo de gobierno municipal de Durango ha mostrado su satisfacción por el resultado de la auditoría llevada a cabo por el Tribunal Vasco de Cuentas sobre el presupuesto de 2009. Según una nota de prensa emitida por el Ayuntamiento, el informe determina que no se ha incurrido en ninguna anomalía económica importante, lo que “avala la correcta actuación” del Consistorio.

En la nota se reconoce, a pesar de ello, que el Tribunal ha detectado un incremento en los presupuestos de las nuevas piscinas de Landako y de la biblioteca de Kalebarria. A juicio de la alcaldesa de la localidad, Aitziber Irigoras, dicho aumento está justificado en el primer caso debido a la ampliación y mejora del proyecto, “uno de los servicios mejor valorado en el municipio”. Añade, además, que dicho incremento fue aprobado por la mayoría de fuerzas políticas del municipio.

En el caso de la biblioteca, continúa la nota, se mejoró el servicio y la accesibilidad. También se llevaron a cabo unas directrices de conservación del patrimonio histórico “de obligado cumplimiento” para lo que hubo que destinar una aportación extra.

El Tribunal también ha percibido irregularidades en la aportación de subvenciones a asociaciones. En este apartado, se aprobó el mantenimiento de medio millón de euros previstos para este fin en el presupuesto prorrogado para “evitar problemas económicos a dichos grupos, e incluso la desaparición de alguno de ellos”, han manifestado desde el PNV durangarra.

“No se ha metido la mano en la caja”

Igualmente ha llamado la atención del Tribunal de Cuentas, la contratación de un trabajador en la radio municipal. Esta medida fue tomada, según el equipo de gobierno, con el fin de evitar el cese definitivo de las emisiones tras la finalización del contrato de la empresa que prestaba el servicio.

“En los tiempos que corren, en los que la tónica dominante en el panorama es hablar de malversaciones, prevaricaciones y demás delitos”, ha concluido Irigoras, “podemos decir razonablemente que es posible que haya existido alguna metedura de pata de carácter administrativo, pero en ningún caso, y al informe me remito, se ha metido la mano en la caja; jamás lo permitiríamos”.

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