El mal humor, a la basura

Tras recorrer toda la Península con sus herramientas de barrendero, el zaldibartarra Javi García Mimo regresa a Durangaldea con la intención de tirar a la basura el mal humor. Su obra ‘Eskobien atzetik’ (Tras la escoba) mostrará un disparatado espectáculo que combina la técnica de circo con el teatro gestual. Será mañana las 19.00 horas en la plaza del Ayuntamiento de Durango.

La jornada laboral de un barrendero de los años 60 centra esta propuesta para todos los públicos de la compañía Barré. Con elementos cotidianos como unas escobas, García Mimo teatraliza un espectáculo de malabares impregnado del carisma del cine mudo. Este trabajo adapta una versión anterior de la obra creada en el 2006 que fue aparcada seis años después tras el fallecimiento de su coprotagonista: Ikatz, un perro pastor belga.

Aunque estrenada en sala, ‘Eskobien atzetik’ fue hecha “para la calle”, explica su autor. “Actuar en el exterior te permite una mayor cercanía con el público y adaptarte a las circunstancias, como trabajar en semicírculo, por ejemplo. Además, siempre pueden surgir cosas inesperadas”.

Dos décadas “dando muchas vueltas”

Con esta obra, García Mimo vuelve a Durangaldea gracias al programa Uda Kalean Bizi, después de “un montón de años dando muchas vueltas”. Un trayecto que le ha servido para perfeccionar una técnica en la que se metió “sin darme cuenta, ya que empecé a practicar el malabarismo por pura diversión”.

En busca de trabajo y una formación más especializada, dejó Zaldibar a los 19 años para comenzar un recorrido por Córdoba, Barcelona o Málaga, con estudios en la escuela de circo Rogelio Rivel y sus primeras participaciones en pasacalles. Tras pasar por compañías como Rolabola, Circonga, Chispom o Circ Milenium, nacería Barré junto a sus primeros trabajos de creación propia.

Casi 20 años después de su partida, regresa con ganas de echar raíces en su tierra natal. “Suelo venir por aquí de vez en cuando, pero ya empiezo a tener ganas de asentarme”. Y no sólo en el aspecto físico. “Si te dedicas al circo contemporáneo no sabes muy bien dónde te encuentras, ya que ahora que hemos empezado a entrar en los circuitos comerciales no se tiene muy claro dónde ubicarnos”, comenta.