El desprendimiento de parte de una escombrera obliga a cerrar el camino de Larrinagatxu

El desprendimiento de más de 10.000 metros cúbicos de una antigua escombrera ha obligado al Ayuntamiento de Durango a cerrar el camino de Larrinagatxu. El corrimiento ha afectado a la carretera y al arroyo que hay en la zona, taponándolo y obligando a reencauzarlo. Las labores de recuperación se “prevén complicadas y largas”, según responsables municipales, ya que son tierras procedentes de un relleno que se llevó a cabo con escorias y arenas de fundición.

La alarma ha cundido a primera hora en Durango tras conocerse el desprendimiento que ha tenido lugar esta madrugada en el camino de Larrinagatxu, unos metros más arriba del restaurante en dirección al barrio Bitaño de Izurtza. El corrimiento de tierras ha taponado el arroyo que hay en la zona, “alcanzando y rompiendo gran parte de la carretera e impidiendo el paso”.

Como primera medida de urgencia, y para evitar el riesgo que hubiera podido suponer un mayor “embalsamiento de agua”, se ha realizado un ‘bypass’ para reencauzar el arroyo a través de la propia carretera. La alcaldesa, Aitziber Irigoras, y la teniente de alcalde, Mari Jose Balier, se han personado en el lugar para estar al corriente de las medidas que se iban a llevar a cabo.

Riesgo de más desprendimientos

Según una nota difundida por el Ayuntamiento de Durango a media tarde, “tanto las tierras que han quedado sobre la carretera, como el encauzamiento provisional realizado, impiden en estos momentos el paso de vehículos”. El texto advierte también de que tampoco pueden pasar peatones debido “al riesgo” que existe de más desprendimientos.

A falta de un estudio “más exhaustivo”, se calcula que las tierras desprendidas podrían superar los 10.000 metros cúbicos. Todas ellas proceden de un relleno que llevó a cabo la empresa Fumbarri con escorias y arenas de fundición en los años 80 y 90, y que fue sellado a finales de los 90, añade la nota de prensa.

La recuperación, “complicada y larga”

El hecho de que sea este material “complica la gestión” ya que estas arenas y escorias “no pueden depositarse en cualquier lugar”. Es por ello que las responsables municipales prevén “complicadas y largas en el tiempo” las labores de recuperación de la zona. El camino no volverá a abrirse hasta que se retiren todas las tierras y se libere el cauce del arroyo.

Según un primer análisis realizado por técnicos municipales y expertos en geotecnia y contaminación de suelo, las causas del corrimiento podrían ser “la gran cantidad de agua absorbida por los rellenos junto a un deficiente drenaje de fondo”.

DURANGON. Noticias de Durango