EH Bildu ha reiterado una propuesta realizada “hace meses” para “abrir este verano las piscinas de Astola sin cubierta”. Esas instalaciones permanecen cerradas desde que el pasado mes de febrero se detectara su importante deterioro debido a la oxidación acumulada durante años.
“Se trataba de ir adelantando un plan B para que, en el caso de que se certificase la necesidad de retirar la cubierta, poder actuar inmediatamente y disponer al menos de unas piscinas descubiertas este verano”, señalan desde la formación abertzale.
Además recuerdan que el informe remitido por Tecnalia el pasado 18 de mayo “constató los peores presagios”, pero por el momento “no se ha contratado la retirada de la cubierta ni se ha identificado el origen de la ruptura del vaso de la piscina”, labores que “tarde o temprano se van a tener que hacer”. Por ello reclaman que estos trabajos se realicen en estos momentos para “optimizar nuestros recursos”
Apuntan también que para poder abrir las piscinas en esas circunstancias sería necesario “garantizar la salud pública, cosa que parece más difícil en espacios más reducidos y sin control de aforo”.
Monitor de euskera
EH Bildu también ha solicitado a los responsables municipales un monitor de euskera para dinamizar este verano actividades de tiempo libre para menores. La medida persigue que el Ayuntamiento abadiñarra ofrezca servicios que palíen las necesidades generadas entre los vecinos tras tres meses de estado de alarma.
A su entender, es una situación que “ha incidido en la salud de todos, y sobre todo en las necesidades físicas, psicológicas y emocionales de niñas, niños y jóvenes”.
La contratación de la persona encargada de dinamizar las actividades debería garantiza el desarrollo saludable de los menores y se realizaría “en condiciones concretas, y en cumplimiento de las estrictas medidas sanitarias acordadas conjuntamente con el centro de salud local”.
Las actividades para menores, que deberían desarrollarse en la medida de lo posible en espacios abierto y amplios y en grupos reducidos, deberían contar con una persona con la formación adecuada que requiere la actual situación.
La puesta en práctica de esta iniciativa permitiría que “se redujesen las actividades que desarrollan por su cuenta sin garantizar las adecuadas medidas sanitarias”.
Además, la participación de menores contribuiría a “la conciliación familiar, ya que aligeraría la carga que tienen muchas familias, sobre todo de aquellas que se encuentran en situación de vulnerabilidad”.