Durango, cuna de la artesanía

Artesanos noveles y consagrados ven la Euskal Denda como el principal escaparate de Euskal Herria. No en vano la feria durangarra tiene dos décadas de actividad a sus espaldas.

Entre el medio centenar de talleres que abrieron ayer sus puertas, seis están vinculados a Durangaldea. El joyero Eneko Unzalu, Bea Unzueta y Restaurarte son habituales en la plaza, pero en esta ocasión se les han sumado Anitha Mol, Rosa Etxabe y Norone Bizkarra e Iratxe Artiach.

Estas dos últimas son socias de la cooperativa Artezi Tapizeria de Eibar desde no hace demasiado tiempo. Tuvieron noticia de que iban a traspasar la tienda y empezaron a formarse. “Estamos contentas, la aceptación está siendo muy buena”, apuntan Bizkarra y Artiach. Durante estos días han querido acercarse Durango “con la intención de mostrar nuestro trabajo”.

Algo parecido les ha ocurrido a Anitha Mol y Rosa Etxabe. La primera tiene un taller de papel en Elorrio. “La bisutería, sobre todo, tiene bastante éxito porque a la gente le gusta que sea ligera”. Tras haberse acercado hasta la Euskal Denda en infinidad de ocasiones como visitante, es la primera vez que Mol ve la feria desde dentro.

Para Rosa Etxabe, todo es nuevo. “Es la primera vez que monto en Durango y, como quien dice, también la primera Feria a la que acudo”. Etxabe tiene su taller de cerámica en Etxebarria y el año pasado empezó a dar cursos a niños.

Análisis y reflexión

La Euskal Denda afronta este año su vigésima edición. Desde la organización, Bernat Vidal asegura que es un buen momento para “reflexionar sobre hacia dónde se dirige nuestro sector” y también sobre la propia feria. “Tenemos que sentarnos para analizar distintos problemas, como el del espacio donde está ubicada, y ver también si podemos conseguir que la gente no tenga que pagar para poder entrar”.

La feria, que mantendrá su actividad hasta el próximo día 8, fue inaugurada ayer por la alcaldesa de Durango, el presidente de la Mancomunidad, la presidenta de Gerediaga y otros representantes políticos.

Desde su puesta en marcha hace veinte años, el objetivo de la Euskal Denda ha sido difundir y profundizar en el fomento y también la comercialización de la artesanía, con el sello de haber sido realizada en Euskal Herria.